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El exfiscal Anticorrupción Manuel Moix archivó, como fiscal jefe de Madrid, las denuncias interpuestas por el PSOE y por Izquierda Unida en 2005 contra las obras de la M-30 por la falta del informe de evaluación de impacto ambiental, talas de árboles o desaparición de zonas verdes. Así lo ha revelado hoy la portavoz municipal del PSOE-M en urbanismo, Mercedes González durante su intervención en una nueva sesión de la comisión de investigación sobre la empresa de gestión mixta Madrid Calle 30.

Durante la comparecencia de la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, portavoz de Izquierda Unida en el Consistorio en 2004, González ha glosado una serie de denuncias interpuestas entonces tanto por su grupo como por Izquierda Unida, cuando la M-30 pasó a ser calle y a ser gestionada por una empresa mixta. Izquierda Unida denunció ante la Fiscalía de Madrid el fraccionamiento de las obras, las quejas vecinales sobre las obras y la desaparición de zonas verdes, también la "tala injustificada" de 155 árboles en la ribera del Manzanares y la falta del preceptivo informe de evaluación ambiental.

Por su parte, el PSOE, que pidió la suspensión de la obra, denunció el impacto de las obras en el tramo de la Casa de Campo, ante el impacto paisajístico, y también la tala de árboles en el parque de la Ermita del Santo, sobre el que había una protección que el Ayuntamiento no había retirado, así como la tala de 400 árboles para hacer el intercambiador de Plaza Elíptica.

"¿Usted se acuerda de quién le archivo esto?", ha interrogado González a Sabanés; "Moix", ha contestado la delegada. "Efectivamente, don Manuel Moix, que cumplió con su trabajo", ha afirmado, irónica, Mercedes González sobre el ex fiscal jefe anticorrupción, quien dimitió el pasado 1 de junio.

La labor de Moix, que estuvo tres meses al frente de la Fiscalía Anticorrupción, estuvo rodeada de polémica por decisiones como calificar como falta y no delito el incidente de Esperanza Aguirre en la Gran Vía, archivar varias denuncias por la gestión del Canal de Isabel II, que ahora investiga el caso Lezo, y porque su elección fue calificada de algo "cojonudo" por parte del expresidente madrileño Ignacio González, actualmente en prisión.

La comisión de investigación sobre la Empresa Madrid Calle 30 investiga la sociedad, actualmente participada en un 80 % por el Ayuntamiento y en un 20 % por la Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (Emasa), y que se creo, con titularidad pública en 2004 hasta que a finales de ese año el Pleno acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta.

En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA, y tras la concesión quedó establecido el modelo económico financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040 y que Ahora Madrid considera que es perjudicial para los intereses del Ayuntamiento.

SABANÉS: GALLARDÓN PLANTEABA GRANDES PROYECTOS Y ERA DE ESTA RONDA LA PAGO YO

Inés Sabanés ha asegurado que convirtiendo la M-30 en calle en 2004 Alberto Ruiz-Gallardón buscaba finalizar la obra en 4 años y eludir la declaración de impacto ambiental, entonces el exalcalde "planteaba grandes proyectos y era de esta ronda la pago yo". Ha añadido que con el traspaso de la vía por parte de Fomento el coste de las obras corría "a cargo de un Ayuntamiento de Madrid que ni podía asumir la obra".

Con el cambio de titularidad, el Consistorio pasó a asumir el coste, mantenimiento, futuro y deuda de una infraestructura que no sólo usan los madrileños, ha detallado Sabanés, que considera que el perjuicio de estas obras ha generado, a raíz de la crisis, recortes en los servicios municipales. Adoptando un modelo mixto, para el que no existieron memorias económicas, se buscaba que el coste de las obras no computase como deuda pública, "enmascarándola", aunque finalmente se asumió en 2011 porque hubo que subrogar, según Sabanés.

La empresa mixta Calle 30, actualmente participada en un 80 % por el Ayuntamiento y en un 20 % por la Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (Emasa), se creó en 2004 y a finales de ese año el Pleno acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta a través de una sociedad de economía mixta.

En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA, y tras la concesión quedó establecido el modelo económico financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040 y que Ahora Madrid considera que es perjudicial para los intereses del ayuntamiento.

EL MODELO MIXTO CALLE 30 OCASIONA GASTOS ANUALES DE 50 MILLONES

El jefe del departamento financiero de Madrid Calle 30, Jesús Jiménez Allen, ha concretado que apostar por una sociedad mixta supone unos gastos anuales de alrededor de 50 millones de euros, al tiempo que ha confirmado que durante los primeros años de constitución de este modelo mixto los consejeros recibieron regalos tecnológicos. "Actualmente no" se hacen regalos, fue algo que ocurrió "muy al principio, cuando se compraron cámaras, GPS, tablets...", ha contestado en la segunda sesión de la comisión de investigación en torno a Madrid Calle 30.

El jefe del departamento financiero no ha podido determinar el número de consejeros, que podrían estar entre "15 o 16". "No fueron muchos, dos o tres años", ha declarado. Jesús Jiménez Allen ha confirmado que se pasó de los 2.500 millones de la adjudicación final hasta los 3.292 millones de presupuesto real, sin IVA.

EL MODELO DE CALLE 30 INCLUYE SOBRECOSTE DE 43 MILLONES POR 'REPAGO' DE OBRAS

El modelo de Madrid Calle 30 contempla un sobrecoste de 43 millones de euros porque hace que el Ayuntamiento siga pagando un interés del 5,5 % a partir de 2027 pese a que habría finalizado la financiación de las obras de ampliación y soterramiento, financiadas a 20 años. Así lo ha explicado hoy en la comisión de investigación sobre Madrid Calle 30 el jefe del departamento financiero de esta sociedad mixta, Jesús Jiménez Allen, que considera que es un "error" del modelo financiero, a cuyo detalle ha tenido acceso hace "meses" pese a formar parte de la empresa desde 2004.

"A partir de 2027 se debería disminuir el ingreso porque los importes de obras están financiados en 20 años, lo que pasa es que que en el gasto plurianual aprobado no hay disminución del importe, si nos dicen nada lo seguiremos facturando", ha detallado. La empresa mixta Calle 30, actualmente participada en un 80 % por el Ayuntamiento y en un 20 % por la Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (Emasa), se creó en 2004 y a finales de ese año se modificó para pasar a una forma de gestión indirecta.

En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de Emesa, y tras la concesión quedó establecido el modelo económico financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040 y que Ahora Madrid considera perjudicial para los intereses del Ayuntamiento.