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La Guardia Civil encuentra restos de sangre en la bañera y en el desagüe del garaje del chalé de Majadahonda, donde presuntamente fue descuartizada Adriana, la mujer argentina cuyo cuerpo buscan los agentes. Todo apunta a su casero. El vehículo estaba aparcado a tan solo 900 metros de su vivienda, en Móstoles. Además se ha encontrado el portatil de ella en casa del detenido.

La Guardia Civil ha localizado a cuatro de los seis inquilinos que han residido en los últimos años en la casa en la que vivía la mujer que desapareció a principios de mes en Majadahonda (Madrid), presuntamente asesinada por su casero, han confirmado fuentes de la investigación.

La familia de Adriana G., argentina de 55 años, denunció su desaparición el pasado 6 de abril, tras estar varios días sin saber de ella, y al día siguiente fue detenido su casero, Bruno H., de 32 años y nacionalidad española, en relación con el suceso.

El sospechoso ingresó en prisión y la principal hipótesis es que discutió con Adriana cuando ésta regresó de Argentina a finales de marzo, la mató, la descuartizó y metió sus restos en bolsas que tiró a la basura.

Los vecinos de la desaparecida contaron que en la vivienda en la que la mujer residía habían vivido otros inquilinos a los que habían dejado de ver, sospechando que también les hubiera pasado algo.

Los investigadores encontraron, en los registros practicados durante las pesquisas, seis contratos de alquiler a nombre de otras tantas personas, hombres y mujeres tanto españoles como extranjeros.En los últimos días se ha localizado en sus paraderos actuales a cuatro de esas seis personas, y se continúan haciendo gestiones para encontrar a las otras dos, han relatado las fuentes.

Durante este último registro el detenido no colaboró con los agentes, e incluso protestó y trató de entorpecer la recogida de muestras, según han detallado a Efe otras fuentes del instituto armado.

También se investiga, aunque no es una prioridad -porque lo primordial es localizar a Adriana, según el instituto armado- el paradero de la tía del detenido, ya que según éste ingresó en una residencia, pero por el momento no ha sido encontrada. Esta mujer es la dueña de la vivienda ubicada en el número 6 de la calle Sacedilla de Majadahonda que su sobrino Bruno alquilaba.

RESTOS DE SANGRE Y EL ORDENADOR DE LA DESAPARECIDA

Hoy se continúan analizando los restos biológicos encontrados el lunes en esta casa, la mayoría de ellos en una bañera y en un desagüe, gracias a dos perros especializados del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, Elton y Pipo. Se trata de sangre y de otros restos humanos como cabellos de los que se extraerá ADN para determinar si corresponden a la desaparecida.

Igualmente, se analiza el ordenador de la desaparecida, que según han explicado las fuentes fue encontrado en el domicilio de la localidad madrileña de Móstoles en el que residía el detenido con su familia.En este domicilio de Móstoles también se encontraron el móvil de Adriana, así como las llaves de su coche, que estaba aparcado en las cercanías.

Queda pendiente también el análisis de la sangre y otros restos humanos encontrados en el primer registro efectuado hace días en la casa de Majadahonda -en una trituradora y en las paredes-, aunque se prevé difícil que el ADN que se extraiga sea válido porque estaban lavados con lejía o un producto similar.

En los próximos días se prevé que se practiquen registros en alguna de las fincas con las que cuenta la familia del detenido, una de ellas ubicada en un pueblo madrileño y otras en provincias limítrofes a Madrid, según otras fuentes del instituto armado, que han precisado que el objetivo es buscar restos humanos.

EL JUEZ LEVANTARÁ EL SECRETO DE SUMARIO EN BREVE

El juez que investiga la desaparición de la vecina de Majadahonda (Madrid) presuntamente asesinada por su casero tiene previsto levantar en las próximas horas el secreto de sumario decretado sobre el caso, según han informado fuentes de la investigación.

Adriana G., de 55 años y nacionalidad argentina, desapareció a principios de abril y la principal hipótesis que maneja la Guardia Civil es que pudo ser asesinada por su casero -Bruno H., español de 32 años-, quien supuestamente la descuartizó y tiró los restos a la basura.

El presunto autor de los hechos, que padece problemas mentales y ha estado ingresado en centros especializados en varias ocasiones, fue arrestado el pasado 7 de abril, un día después de que la familia de Adriana denunciara la desaparición.

El caso recayó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Majadahonda, que decretó el secreto de sumario y que, según las fuentes, tiene previsto levantarlo este jueves.