El torero Sergio Aguilar evoluciona favorablemente dentro de la gravedad
El torero Sergio Aguilar, herido este domingo en el cuello en la plaza de Bilbao, evoluciona favorablemente dentro de la gravedad, según el parte medico emitido a mediodía de hoy por el Hospital de Cruces de la capital vizcaína, en cuyo Servicio de Anestesia-Reanimación se encuentra ingresado.
Aguilar fue intervenido esta madrugada de un traumatismo maxilofacial, consecuencia de una cornada con orificio de entrada submandibular que le afectó al paladar blando y duro, y al seno maxilar derecho.
En esta última operación los médicos le han reconstruido la nariz, el paladar y otras lesiones colaterales de la cornada. El estado de las heridas es, siempre dentro de la gravedad, "tranquilizador", según fuentes familiares del herido, quien "tampoco presenta inflamación ni tiene infección".Pese a las buenas noticias acerca de su estado, hay una vigilancia estricta y continuada del paciente en previsión de que todavía puedan surgir complicaciones, añadieron las fuentes.
PRUEBAS CRANEALES
Al llegar el torero al hospital procedente de la enfermería de la plaza donde en principio fue estabilizado, fue sometido a unas pruebas craneales que descartaron fracturas en la cabeza, coágulos y hematomas, una de las mayores preocupaciones de los médicos. Allí se comprobó que la trayectoria del pitón había abierto dos caminos, hacia la nariz y hacia el paladar, lesiones de las que fue operado esta madrugada por un cirujano maxilofacial.
A pesar de los grandes destrozos que produjo el pitón en su recorrido, las constantes vitales del herido "siempre fueron buenas", según los médicos. El cirujano-jefe de la plaza bilbaína de Vista-Alegre, el doctor José Luis Martínez Bourio, indicó a Efe que "dentro de la mala suerte, la cosa no ha sido tan grave como se presumía, ni siquiera hay por qué comparar este percance con aquel que tuvo Aparicio en Madrid hace ahora tres meses".
Antes de ser herido en el cuello, Aguilar había sufrido otra cornada de menor importancia por el toro segundo de la tarde, primero de su lote, de la ganadería de Alcurrucén, durante la faena de muleta. El torero, del madrileño barrio de Vallecas, estaba cuajando una importante faena por el valor y la estética que imprimía a las series de muletazos por el lado derecho, ya que por el otro pitón el toro estaba siendo más complicado, de embestidas más inciertas, lo que, no obstante, tampoco le arredró.
Y terminaría siendo por el izquierdo por donde llegaron las dos cornadas, primero la del muslo mientras toreaba al natural, y después la del cuello cuando se disponía a rematar con la muleta montada una tanda previa a derechas.
Aplomo, mando y seriedad, además del valor que le mantuvo en la idea de no retroceder ni siquiera pestañear en "los avisos" que le lanzaba el toro, estaban siendo los parámetros de la faena de Aguilar cuando llegó el percance.
Según el cirujano-jefe de la plaza de Vista-Alegre, doctor José Luis Martínez Bourio, que le atendió en primera instancia, "la cornada del muslo ha sido 'limpia', pues aun con una profundidad de 15 centímetros no ha afectado vasos, sólo ha interesado a masa muscular.
Pero la del cuello, sí, es bastante más preocupante, con orificio de entrada de 3 centímetros por la parte izquierda de la base de la lengua, afectándole al paladar".
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}