Los que viven día a día de forma ilegal son los habitantes del poblado chabolista de El Gallinero. Es el mayor asentamiento ilegal de nuestra Comunidad pero ahora, Manuela Carmena estudia cederles el suelo para que autoconstruyan sus viviendas.
No hay agua corriente ni baños. Hay más ratas que perros. Y nadie tiene trabajo. En el asentamiento chabolista de El Gallinero, en Madrid, viven 300 niños con sus familias. Un informe de Save the Children y la Universidad de Comillas alerta de una situación inimaginable en un país del Primer Mundo.
Ocupan 20.000 metros cuadrados. Las chabolas tienen luz gracias a unos improvisados postes que desembocan en una toma donde se acumulan conexiones y cables. En medio, kilos de basura acumulada en lgrandes zanjas convertidas en vertederos que discurren entre las chabolas.