Los conductores tienen que buscarse las vueltas por las calles de esta parte de Aluche para intentar alcanzar la calle de los Yébenes y por ahí poder acceder a la calzada del Paseo de Extremadura. No va a ser tarea fácil.
También ha quedado cortado el paso peatonal que corría en paralelo al acceso a la carretera de Boadilla del Monte que se suma a los otros pasos subterráneos cortados sucesivamente. Ahora, en lugar de hacer 75 metros bajo la calzada hay que hacer rodeos de 300 o 400 metros.
Corte del acceso al Paseo de Exttremadura desde la calle Seseña |P.O.
Corte del paso peatonal de la carretera de Boadilla |P.O.
El paso que resiste es el de la calle Padre Piquer que en estos días se ha quedado sin iluminación, lo que lo hace aún más inhóspito a ciertas horas e incluso a plena luz del día complica atravesarlo. Pensemos en personas mayores o quienes tienen problemas de visión.
Paso subterráneo de la calle Padre Piquer, bajo el Paseo de Extremadura, sin iluminación |P.O.
Otra cuestión son las ocupaciones por estas y otras obras. Por ejemplo, para la colocación del ascensor del Metro de Campamento. El paso de la acera ha quedado reducido a algo más de un metro y medio en una de las zonas más concurridas por la sucesión de comercios.
Vallado junto a la estación de metro de Campamento |P.O.
El vallado, de momento, permite atravesar un paso peatonal. Pero antes de cruzar surge la duda de saber si podremos salir del laberinto de chapas y cintas de balizamiento.
Paso de peatones entre vallas y balizamientos, junto al metro Campamento |P.O.
"Si es para bien, toca aguantarse", dice un transeúnte. Y la respuesta vale lo mismo para el ascensor del metro de Campamento que para el prometido Paseo Verde Suroeste que 'enterrará' el tráfico desde la Avenida de los Poblados hasta la M-30.