La Comunidad de Madrid suspende este sábado el uso del fuego, así como de maquinaría y equipos que puedan generar deflagraciones, chispas o descargas en el campo para evitar incendios, ha informado Emergencias 112.
Concretamente la medida, si no se prolonga, durará de 12 a 24 horas del sábado. Se limitará a terreno forestal de más de 400 metros de franja alrededor. Por ello, tendrán que parar, entre otras máquinas, las cosechadoras que en estas épocas están segando el cereal en el campo madrileño.
Esta medida se toma ante el elevado riesgo de incendios forestales que existe desde hace unos días con el inicio de la ola de calor.
Según el mapa de riesgo elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este viernes gran parte del centro y sur de la región se encuentra en riesgo extremo mientras que el resto (norte, zonas del sureste y Aranjuez) están en riesgo muy alto.
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN
La Comunidad de Madrid supervisa el uso de maquinaria agrícola para evitar incendios en verano durante la época de mayor riesgo por altas temperaturas. Para ello, el Cuerpo de Agentes Forestales verifica que se apliquen las medidas preventivas recogidas en el Plan Infoma (Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales).
Entre ellas figura que, del 15 de mayo al 31 de octubre, el agricultor deberá informar antes de utilizar, a menos de 400 metros de los terrenos, cualquier elemento que pueda generar chispas, deflagración o descargas eléctricas, llamando al teléfono gratuito 900 720 300 para indicar el lugar y horario estimado de la actuación.
Además, la cosechadora incorporará medios de extinción para atajar cualquier conato de incendio, siendo obligatorios dos batefuegos, otros tantos extintores de polvo de al menos seis kilogramos cada uno o mochilas con agua.
Asimismo, un observador debe vigilar a una distancia prudencial, equipado con un teléfono móvil para avisar al teléfono de emergencias 112 en caso de ser necesario. Otra recomendación es comenzar el trabajo haciendo un recorrido perimetral a la parcela de, al menos, ocho metros de anchura.
Se empezará en la parte contraria a la dirección del viento, para posteriormente efectuar fajas perpendiculares a su procedencia. Los días en los que la velocidad del aire sea superior a 20 kilómetros por hora, con una sequedad extrema y la superficie sea igual o superior a 20 hectáreas, el agricultor deberá contar con un tractor, apero de gradas o similar, para arar una franja de diez metros en las zonas limítrofes o próximas a la superficie arbórea, deteniendo la actividad de inmediato si las circunstancias meteorológicas entrañan algún riesgo.
NEGLIGENCIA E IMPRUDENCIA
Gracias a este protocolo, explican, el año pasado no se produjo ningún siniestro por esta causa en la región, según datos de la Consejería de Medio Ambiente e Interior.
A través de las Brigadas Especiales de Incendios Forestales, se investigan todos los daños a la vegetación y su trabajo ha demostrado que una de las principales causas es la negligencia o imprudencia en el uso de maquinaria, que puede suponer un delito medioambiental, por lo que es necesario extremar las precauciones.
Por otra parte, este dispositivo especial también supervisa que estas tareas en el campo no interfieran en la reproducción de aves protegidas de hábitos esteparios, como aguiluchos, avutardas o sisones, contribuyendo así al cuidado de la biodiversidad.