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Los cinco relatos cotidianos que forman "Solitaritate", escrita y dirigida por Gianina Carbunariu, llegan el 24 y 25 de enero al madrileño Teatro de la Abadía.

Cada escena de la obra, producida por el Teatro Nacional Radu Stanca de Sibiu y el Teatro Nacional de Bruselas, refleja, según su autora, los rasgos "más sórdidos" del ser humano enmarcados en el contexto de una Rumanía "obsesionada con el ideal de triunfo europeo".

Mientras un joven traslada el cuerpo de su madre, antaño conocida actriz, al cementerio municipal, para vender el caro terreno en el que está enterrada, un grupo de funcionarios discute acerca de la localización de cierta línea de demarcación de la ciudad. Entretanto, una pareja no se decide a contratar a una niñera filipina.

Cada una de estas situaciones se inspira en la realidad, como sucede con el muro de la Baia Mare que marca "la brecha existente entre clases sociales" y protege una serie de normas y convenciones que "estigmatizan lo diferente".

El muro de Baia Mare fue mandado construir por el ayuntamiento de esta ciudad rumana en 2011, separando a la comunidad romaní del resto de la ciudad. Esta comunidad es, casi en su totalidad, gitana y también de origen húngaro.

El muro ha sido considerado por medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos un símbolo de marginación y humillación de la comunidad romaní.

"Las tendencias nacionalistas de los últimos años en Rumanía son, en efecto, el más claro resultado de actitudes políticas discriminatorias que alimentan la intolerancia y la búsqueda de cabezas de turco", explica Carbunariu.

La dramaturga ha dirigido "Tigrul Sibian", presentada el año pasado en el Teatro Pradillo de Madrid, o "Stop the Tempo", que se pudo ver en Madrid en 2010, en el Teatro del Astillero. En "Solitaritate" vuelca su compromiso social tratando de articular "la pérdida de nuestra capacidad para articular, precisamente".