(Actualizado

La Comunidad de Madrid ha culminado la restauración de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, en Prádena del Rincón, así como la musealización de los restos hallados durante las obras, que ha llevado a cabo el Ejecutivo regional desde 2011.

La viceconsejera de Turismo y Cultura, Carmen González, ha visitado este jueves el templo para comprobar el resultado de estos trabajos, en los que se han invertido 631.000 euros y gracias a los cuales se ha devuelto a este templo románico sus características históricas originales.

El visitante que se acerque hasta esta iglesia de la Sierra Norte de Madrid encontrará restauradas las tres tallas góticas de madera que, en 2011, aparecieron misteriosamente emparedadas y en una hornacina.

Asimismo podrán descubrir, gracias a una pasarela construida a tal efecto, los restos de una necrópolis medieval hallada bajo el atrio norte.

Gracias a las obras han salido a la luz, asimismo, 69 piezas del retablo mayor de la iglesia y dos grupos de pinturas murales que habían permanecido ocultas durante siglos: un conjunto de restos pictóricos medievales de carácter e iconografía cristina, y un segundo grupo de composición geométrica.

Durante las últimas excavaciones realizadas en el 2013 también se produjo un hallazgo muy singular en el subsuelo: los restos de un horno y varios moldes que formaron parte de un taller de reparación de campanas.

Además de la restauración integral de la iglesia, que ha recuperado su aspecto original, la Dirección General de Patrimonio Histórico ha musealizado las piezas encontradas durante las obras del templo, exponiendo en varias vitrinas objetos numismáticos, textiles y ornamentales.

Arquerías de estilo mudéjar La Iglesia de Santo Domingo de Silos, asentada en parte sobre la roca natural que constituye el soporte geológico principal del enclave serrano de Prádena del Rincón, se compone de un ábside del siglo XII de estilo románico, una nave posteriormente ampliada y de dos atrios porticados: uno al sur de carácter marcadamente rural y otro adosado al costado norte --hecho éste muy poco frecuente--, con arquerías de estilo mudéjar y cubierta a un agua que cobija una puerta de acceso a la nave, así mismo de estilo mudéjar.

El ábside, de cuidada mampostería, se compone de dos cuerpos: uno de planta circular y otro rectangular a modo de transepto sobre el que se superpone una torre campanario. Ambos cuerpos del ábside y la nave se separan entre sí mediante arcos de piedra ligeramente apuntalados.