Terror en las perreras de la red de peleas ilegales desarticulada en Fuente el Saz y Batres
Uno de los agentes narra las escenas de animales que encontraron en jaulas de un metro cuadrado y en estado lamentable
De los 226 perros rescatados 42 acabaron muriendo
REDACCIÓN / AGENCIAS
Este miércoles ha continuado en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra cuatro de los 23 acusados de integrar esta red, para los que la Fiscalía pide entre siete años y cuatro meses y tres años y cuatro meses de prisión por los delitos de pertenencia a organización criminal, maltrato animal y omisión de la obligación de perseguir delitos.
El agente, que participó en la investigación de las fincas de Fuente el Saz y Batres, ha señalado que los procesados empleaban para los entrenamientos de los perros de las peleas a otros que no valían para las competiciones y de los que se querían deshacer porque ya estaban muy débiles.
Los animales estaban "pulgosos" y "muy delgados" y algunos de ellos "se amedrentaban porque les habrían pegado", ha dicho el agente.
En la finca de Fuente el Saz, los perros habrían estado presuntamente encerrados en pequeñas jaulas de un metro por un metro, donde no tenían espacio para moverse, salvo uno de ellos, que era la cría de uno de sus perros más fuertes, denominados "Champions" y que contaba con un espacio más grande para que no atacase a los demás canes.
De la misma forma, también ha dicho que en esa intervención uno de los perros requirió de atención veterinaria inmediata dada la gravedad de sus heridas.
Una red nacional e internacional
Otro testigo policial ha informado acerca de la detención en Güímar (Tenerife) que se encontraron recetas médicas que requerían de prescripción previa y de la administración de los medicamentos por un profesional.
"Tenían todo muy medido, había un calendario con fechas para el seguimiento de los medicamentos de los animales".
Los acusados operaban a nivel nacional, regional y local con grupos en Madrid, Canarias, Alicante, Murcia, Almería y Málaga, que estaban "interconexionados" y tenían ramificaciones a nivel internacional para participar en peleas fuera de España, según el Ministerio Público.
En la detención los agentes encontraron documentación y billetes de vuelo con un coste adicional por llevar animales en la bodega, "algunos de ida y vuelta y otros solo de ida", han dicho aludiendo a la entrega de animales en otros países o por el fallecimiento de los mismos después de competir fuera de España.
La red criminal fue desmantelada por la Policía Nacional en 2017 mientras celebraba una pelea de perros en Güímar, una operación en la que detuvieron a ocho de los acusados y rescataron a 226 perros, la mayoría en grave estado de salud, de los que 42 acabaron muriendo.