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Trinatario Casanova, dueño del grupo inversor Baraka, ultima la compra del Edificio España, puesto en venta por Wanda, según han confirmado fuentes cercanas a la operación, que han apuntado que la oferta del empresario español ha superado los 265 millones de euros que en su día pagó el grupo chino.

Según la misma fuente, la operación ha superado las expectativas del vendedor y, en todo caso, la venta no se cerrará hasta después del verano. Esta sería la segunda gran operación inmobiliaria protagonizada por Casanova en Madrid este año, tras vender con fuertes plusvalías el número 44 de la Gran Vía de Madrid, edificio que adquirió a Bankia y que pocos meses vendió al grupo Hines con 2,6 millones de ganancias.

En 2015, compró a Peugeot España la sede que tenía en la Avenida de los Toreros, operación que estuvo asesorada por las consultoras BNP Paribas Real Estate y JLL, a la que, a su vez, Wanda encargó la venta del Edificio España, una operación sobre la que la consultora ha rehusado hacer comentarios.

A comienzos de junio, un juzgado de Madrid condenó a Casanova a un año de prisión, por un delito contra el mercado y los consumidores tras difundir falsos rumores de opa en el Banco Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008.El fallo inhabilita al promotor murciano para intervenir en el mercado financiero durante el tiempo de la condena.

En febrero, el grupo inmobiliario chino Wanda encargó a la consultora JLL la venta del Edificio España de Madrid, inmueble que adquirió al Banco Santander en junio de 2014 por 265 millones de euros. Wanda puso a la venta el inmueble tras "reconsiderar" las obras de reconstrucción" del edificio y tras semanas de rumores sobre su posible retirada del proyecto.

A mediados de enero, se conoció que la filial española Wanda Development Madrid, encargada de las obras de remodelación, había decidido cerrar, lo que implicaba el despido de una veintena de sus empleados y desató los rumores sobre un posible fin del proyecto.

La multinacional china adquirió el emblemático edificio con el objetivo de poner en marcha un hotel, viviendas y un centro comercial a sabiendas de que el inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo, según la versión del Ayuntamiento de Madrid.

Wanda abogaba por derribar y reconstruir la fachada, protegida como patrimonio, con un diseño idéntico al actual, algo que no admitió el consistorio madrileño.

La firma china también posee un 20 % de las acciones del Atlético de Madrid y está detrás de la llamada Operación Campamento, un proyecto de ocio y viviendas que podría suponer una de las mayores inversiones en la historia de la capital española, por valor de unos 3.000 millones de euros.

EL GRUPO MURCIANO HA ANUNCIADO QUE MANTENDRÁ A FACHADA

El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha señalado que ya se han puesto en contacto con el grupo murciano Baraka, que ha comprado el Edificio España a Wanda, un inmueble en el que se mantendrán los usos fijados (residencial y hotelero) y, por supuesto, la conversación de la fachada.

El edil ha declarado a la prensa tras la comisión del ramo que las noticias que le han llegado confirman la venta. La intención del Ayuntamiento es poner este edificio en valor "cuanto antes", algo que hacen "desde el respeto a las negociaciones particulares y garantizado el interés general y el cumplimiento de la ley".

El mantenimiento de la fachada es una condición a respetar. "Eso no puede cambiarse, está definido por las norma urbanísticas y por la ficha que corresponde al edificio. Tenemos que atenernos a ese marco jurídico", ha subrayado. El Ayuntamiento no ha entrado a valorar esta transacción entre privados.

"Estamos a la expectativa de vernos con el nuevo inversor cuanto antes y trataremos de facilitar que esa rehabilitación y puesta en valor del edificio se pueda hacer cuanto antes", ha manifestado el delegado, que ha remarcado que el Edificio España tiene unos usos definidos "que se van a respetar". "Si tendrá más peso el residencial o el hotelero es algo en lo que el Ayuntamiento ni debe intervenir ni es competente", ha apuntado.

Preguntado sobre si serviría la tramitación iniciada por Wanda, Calvo ha explicado que sí siempre que el nuevo propietario "quiere mantener el estudio de detalle" del grupo chino. "Es válido si se mantiene el proyecto. Si presentan un proyecto alternativo habrá que tramitarlo nuevamente", ha añadido.

En cuanto a la decisión de vender por parte de Wanda, Calvo ha transmitido el "respeto" por esta decisión adoptada por el privado. Por el momento no ha habido comunicación oficial de la venta. Por

Último, el concejal ha defendido que con la llegada del grupo murciano se viene a demostrar la falsedad del "mantra" que dice que Madrid espanta a los inversores. "Hace poco llegó Amazon y ahora hay un nuevo inversor. Vemos que Madrid es una ciudad dinámica donde la actividad económica va mejor", ha remachado.

EL PP CRITICA LA INCERTIDUMBRE, CS LAMENTA EL AÑO PERDIDO Y PSOE PIDE RESPETO A LEY

El PP en el Ayuntamiento de Madrid critica la actitud del equipo de Carmena hacia el proyecto de Wanda para el Edificio España, cuyo futuro ve incierto tras su venta a otro inversor, mientras que Ciudadanos lamenta el "año perdido" en este proyecto y el PSOE pide que lo que se haga respete la normativa.

La salida de Wanda es, para el concejal del PP José Luis Martínez-Almeida, la "crónica de una marcha anunciada", y se ha preguntado por qué la alcaldesa dijo en marzo que el grupo chino se quedaba en el edificio cuando pocos meses después ha "pegado un portazo" y ha salido del mismo.

"Tiene que responder ante todos los madrileños, y sobre todo ante los que podían aspirar a un puesto de trabajo por la reforma del edificio" proyectada por Wanda, ha dicho el concejal popular, que ha criticado que el Gobierno municipal haya estado todo un año "mareando la perdiz" sobre este asunto.

Desde Ciudadanos, su portavoz, Begoña Villacís, ha lamentado el "año perdido" con Wanda, que se marcha por "la falta de apoyo, de consideración y de transparencia" del gobierno municipal. De hecho, ha criticado que el equipo de Carmena haya estado "reservándose el estudio de detalle" del proyecto de Wanda y no haya "sido capaz, en un año, de llevarlo al Pleno".

"Si hay un potencial comprador nos alegramos y vamos a apoyarle, porque Madrid necesita inversión y puestos de trabajo", ha seguido Villacís, que ha coincidido con el PP en que la ciudad está "espantando a los inversores" y "quien no lo quiera ver y no reconozca la situación, no va a hacer nada por solventarlo".

Por su parte la concejal socialista Mercedes González ha subrayado que, en realidad, "Wanda se fue hace muchos meses", y ante el nuevo proyecto, que aún se desconoce, el PSOE mantendrá la misma postura que ante el del grupo chino: que se respete la normativa vigente. "Esperemos conocer el proyecto cuanto antes y que respete la totalidad del edificio", ha reiterado González.

TRINITARIO CASANOVA, UN EMPRESARIO HECHO A SÍ MISMO SIEMPRE EN CONTROVERSIA

Trinitario Casanova, el empresario que podría poner fin, con su compra, al culebrón del edificio España, es un hombre hecho a sí mismo en el mundo de los negocios y conocido por sus controvertidas operaciones inmobiliarias en plena crisis del ladrillo.

Poca información biográfica existe de este empresario sin formación académica nacido en la provincia de Alicante en 1964, que desarrolló su carrera empresarial en la región de Murcia hasta dar el salto al mercado nacional e internacional a través del grupo inversor Baraka.

Trinitario Casanova y su holding empresarial tienen su sede principal en el edificio "Hispania", uno de los mejores del centro de Murcia, la ciudad desde la que dirige también la actividad de la fundación bautizada con su nombre y que creó hace dos años para dar cobertura económica a actividades medioambientales, culturales y, sobre todo, de apoyo a la infancia maltratada.

En su entorno guardan hermetismo sobre la figura de este empresario, siempre rodeado de polémica y condenado hace un mes escaso por un delito contra el mercado y los consumidores, tras difundir falsos rumores de una opa en el Banco Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008.

No es ni mucho menos la única experiencia de Casanova en los juzgados. Durante toda la década pasada se instruyó en Murcia el llamado "Caso Zerrichera" de presunta corrupción en la urbanización de unos terrenos protegidos en el municipio de Águilas para construir miles de viviendas, hoteles de lujo y un campo de golf, que no llegaron a levantarse por la intervención de un juez.

Esa finca protegida, que compró en 2004 Trinitario Casanova a través del Grupo Hispania, entonces de su propiedad, ocupaba unas 250 hectáreas y pagó por ellas diez millones de euros, un dinero que en doce meses multiplicó por quince al vender el terreno en 2005 en 150 millones.

Con incursiones en otros sectores económicos -fue dueño del desaparecido diario El Faro o la empresa de aeronáutica, también extinta, Jetnova de Aviación-, Trinitario Casanova ha obtenido sus mayores beneficios empresariales en el sector inmobiliario, donde este año ha protagonizado, entre otras, la venta de unos activos inmobiliarios en la Gran Vía de Madrid.

Se sabe de él que agasaja a sus clientes, o al menos lo hacía hace una década, con caros regalos como joyas y relojes de oro -gastó 305.000 euros entre 2005 y 2006-; y también que guarda confidencialidad acerca de las personas con las que mantiene relaciones porque quienes viajaban con él en los aviones de su propiedad no aparecieron nunca en las listas de pasajeros.

La página web del Grupo Baraka recoge como líneas de negocio actuales la construcción de naves para supermercados, viviendas para población joven; promoción de centros comerciales; inversiones bursátiles; gestión cultural a través de la promoción de conciertos, y explotaciones agrícolas, entre otras.