Ascensión del primer globo aerostático en España, Madrid 12 de agosto | MADRID.ES
(Actualizado

Ocurrió un mes de agosto. No sabemos sin tan caluroso como este de 2024. Tal vez el estío de 1792 fuese más suave o quizás no. Pero lo cierto es que fue en agosto porque hay crónicas sobre este hecho extraordinario.

Cuentan que los vecinos vieron algo extraño, enorme, sobre los campos de esta localidad del noreste de Madrid famosa por sus garbanzos. Ya lo dice el romancero madrileño "...En Daganzo el buen garbanzo...".

El tema es que se fue corriendo la voz. Unos huyeron despavoridos y otros corrieron a las afueras del pueblo armados con palos, horcas y otros aperos. En mitad de un prado estaba posada esa extraña mole que parecía respirar al compás del viento.

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De repente, de entre la piel de colores, salió tambaleándose una figura. Los vecinos se abalanzaron sobre ella resultó ser un humano, pero hablaba de manera extraña. A duras penas se hizo entender para que no lo mataran de un trabucazo allí mismo.

El hombre resultó ser un aeronauta y la bestia el primer globo aerostático que se elevó en España. Lo había hecho unas horas antes en Madrid, partiendo desde los jardines del Buen Retiro bajo la mirada del rey Carlos IV y su séquito.

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El viento arrastró al piloto y su nave hasta Daganzo con el resultado de un aterrizaje imprevisto. Finalmente los daganceños y daganceñas trasladaron al intrépido aeronauta y su máquina hasta el pueblo donde fue agasajado.

Alguno puede creer que esta historia forma parte de una leyenda local. Pero lo cierto es que ocurrió. Los terrenos donde todo ocurrió son hoy un polígono industrial que tiene como nombre 'El Globo' y desde 2015 los más pequeños disfrutan del parque infantil 'El Globo'.