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En ocasiones ir al dentista es una tarea muy complicada, sobre todo para ancianos y personas con discapacidad que viven en localidades donde no existen este tipo de atención.

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Una de las soluciones es acercar la clínica al paciente, por eso hay unidades móviles que recorren los municipios madrileños. Están equipadas igual que un centro odontológico convencional para garantizar la comodidad y seguridad de los pacientes, incluidos aquellos que utilizan sillas de ruedas. La mayoría de este tipo de servicios son solicitados por residencias de mayores. Es un servicio pionero, que nació en Madrid en 2014.

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José Francisco Rada, director de las unidades móviles, explica que "aquí se pueden hacer prácticamente todos los servicios que se hacen en una clínica dental". En algunos casos, como los de algunos pacientes con problemas cognitivos, en que es necesario aplicar sedación, se le traslada a la clínica.

En una semana atienden, como media, a unos 200 pacientes. La mayoría de este tipo de servicios son solicitados por residencias de mayores. La unidad móvil presta servicio a unas 200 residencias de la Comunidad de Madrid.