Valdepiélagos, localidad del norte de Madrid a menos de dos kilómetros de la frontera con Guadalajara, va a conocer a su próximo alcalde este fin de semana.
Once semanas antes de que se celebren las elecciones municipales. La candidatura es la única que se presenta para los comicios del 28 de mayo y los grandes partidos políticos respetan esta tradición y no se plantean, por ahora, que haya una lista con sus siglas.
En este pueblo de unos 600 habitantes ni PP ni PSOE van a presentar candidatura para las elecciones, igual que no lo han hecho los últimos 40 años debido al arraigado sistema de primarias mediante el que todos los vecinos eligen antes a los siete concejales y al alcalde que formará la lista electoral única.
Evitar 'paracaidistas'
Pedro José Cabrera es el alcalde desde 2019 y cuenta a EFE que el origen de este modo de elegir a la corporación local se remonta “al comienzo del periodo democrático".
En las elecciones municipales los partidos políticos "presentaban listas de gente de otros pueblos", así que "se organizaron para hacer una votación y, entre todos los empadronados, eligieron siete vecinos, hicieron una agrupación de electores (es como se denomina), votó todo el mundo a esa candidatura y desde entonces se mantiene ese régimen”.
El regidor actual explica que unos meses antes de las elecciones municipales se lleva a cabo esta votación en la que “todos los empadronados pueden votar hasta siete nombres y el que sale con más votos va de alcalde en la lista de vecinos de Valdepiélagos”.
El resto de partidos, asegura, “normalmente no ha presentado otras candidaturas porque todo el mundo vota a esa candidatura que se ha elegido así, de manera consensuada entre los vecinos”.
Todas las tendencias
En las últimas elecciones municipales, el 95% de los votos fueron a esa lista por lo que Cabrera resalta la “garantía de respaldo” de este sistema que celebrarán este sábado en el centro cultural del municipio.
“En las listas que salen cada cuatro años hay gente de todos los colores y todas las tendencias, nadie de los que salen en la lista cobra dinero y tampoco se puede hacer carrera política porque no hay ningún partido detrás que le permita dar el salto, con lo cual es un voluntariado cívico que se ha ido transmitiendo a lo largo de los años y se mantiene desde hace 40 años”, apunta el alcalde.
Ana es la secretaria del alcalde y responsable de la administración municipal desde hace más de 20 años, por lo que lleva unas cuantas primarias valdepielagueñas a sus espaldas y detalla a EFE el ritual de este sábado: “Designamos a los miembros de mesa, al presidente y a los vocales; procuramos que sea gente joven y ágil”.
Según cuenta, en el proceso de 2019 participaron 250 votantes y prevé que esta vez serán más porque el pueblo ha crecido. “Calculo 300 porque la gente está motivada”, señala.
Sin campaña electoral
Y al igual que los partidos políticos no tienen cabida en Valdepiélagos tampoco lo tiene la campaña electoral, aunque este año es el primero en el que uno de los empadronados ha utilizado las redes sociales para que sus vecinos lo tengan en cuenta en la votación del sábado.
No obstante, los habitantes de la localidad a los que ha preguntado EFE rechazan hablar de campaña o de candidatos porque prefieren mantener las primarias como hasta ahora.
“Está bien así; a mí parece fenomenal; hace muchos años que es así, elegimos a los que queremos y ya está”, sentencia una vecina.