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El distrito madrileño de Puente de Vallecas ha acogido de nuevo este domingo su tradicional Batalla Naval, en la que sus participantes se han servido de pistolas y cubos de agua para librar una lucha “por la dignidad de los pueblos”, en concreto, por Palestina.

En este sentido, a pesar de que en 2002 la Batalla Naval ya dedicó su lema a este estado, la Cofradía Marinera, organizadores de las fiestas, ha decidido volver a tomar a Palestina como protagonista, ya que, según han considerado, “es imposible pasar por alto el genocidio de un pueblo”.

Asimismo, los organizadores han destacado que es necesario “actuar movilizando a todos los actores posibles de la sociedad para parar lo que está ocurriendo en Palestina y, una vez hecho esto, dar una solución al conflicto que pase por dignificar al pueblo palestino que lleva sufriendo décadas un régimen de apartheid”.

Se ha tratado de una jornada en la que que los más de 30 grados que han asolado el barrio madrileño se han visto sofocados por los cientos de litros que se han lanzado desde balcones o pistolas de agua.

Las Fiestas del Carmen 2024, en Puente de Vallecas

Cada año esta fiesta reúne a nuevos participantes y a veteranos, como es el caso de Braulio y Antonio, “vallecanos de toda la vida”, según han destacado a EFE, que describen el día como una jornada multicultural, ya que Vallecas “es un barrio que acoge a todo el que quiera pasarlo bien”.

Por el contrario, Jesús, que ha venido junto su familia desde Perú a pasar las vacaciones, nada más enterarse de la celebración de esta fiesta, no ha dudado en acercarse a disfrutar de Batalla Naval y “descansar de las altas temperaturas”.

Un año más se ha celebrado la que es una fiesta pasada por agua en la que miles de personas se reúnen para, además de dar a conocer sus reivindicaciones, disfrutar de una jornada con la que afrontar las altas temperaturas del verano.

Así, Vallecas se ha vuelto a inundar, reviviendo una tradición que comenzó cuando en 1982, según explican los organizadores, a un grupo de jóvenes se les ocurrió combatir el calor echando mano del agua de las bocas de riego durante las Fiestas del Carmen.