Vecinos de El Gallinero piden al Ayuntamiento de Madrid que "cumpla" sus compromisos

  • Protestan por las calles llenas de barro, la falta de acceso al transporte público y hasta de agua y letrinas
  • Carmena les ha asegurado que esta tarde hablará con el presidente de la Junta de Compensación

Vecinos del poblado chabolista de El Gallinero, junto al grupo de voluntarios de la parroquia de San Carlos Borromeo han acudido a la plaza de Cibeles para dar "un tirón de orejas" al equipo de Gobierno municipal y pedirle que "cumpla" los compromisos que adquirió con el poblado chabolista.

Así lo ha asegurado el cura de la parroquia de Entrevías, Javier Baeza, a Europa Press, quien ha señalado que han acudido en autobús 35 vecinos de El Gallinero, del total de las 52 familias que residen en él.

Una protesta motivada por que los vecinos del Gallinero estan hartos de buenas palabras, y de promesas de soluciones que no acaban de llegar. En ese poblado chabolista , a solo doce kilometros del centro de la capital, viven unas 400 personas, muchas de ellas son niños.

Vecinos y voluntarios que trabajan en el poblado de El Gallinero, piden al Ayuntamiento madrileño que cumpla. Se comprometió, dicen, a poner remedio a las calles llenas de barro y a la falta de acceso al transporte público y a servicios esenciales. Baeza, que ha indicado que el Ayuntamiento de Carmena es "un equipo de Gobierno con más sensibilidad", ha añadido que los compromisos han de cumplirse.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha detenido a hablar con los presentes cuando se dirigía al Congreso de los Diputados con motivo de la apertura solemne de la Legislatura. Carmena les ha asegurado que esta tarde hablaría con el presidente de la Junta de Compensación para encontrar alguna solución.

La alcaldesa de Madrid ha afirmado sentirse "preocupada" por las condiciones que tienen que soportar los niños en el poblado, por el barro y la escasez de letrinas.

Para Baeza, lo "más sorprendente" ha sido la intervención de la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, quien ha bajado a hablar con los presentes y les ha comunicado que el Consistorio está "en conversaciones" con la Embajada de Rumanía con la intención de que "el poblado desaparezca en nueve meses".

BARRICADAS DE NEUMÁTICOS EN LA A-3 PARA PROTESTAR CONTRA EL POSIBLE DERRIBO DE ALGUNA CHABOLA

En paralelo, vecinos de la Cañada Real, entre ellos familias con niños, han quemado neumáticos para colocar una barricada y han cortado esta mañana el tráfico de acceso a la zona en la vía de servicio desde la A-3, a la altura del kilómetro 14.500, para impedir el paso de una grúa que sospechaban que iba a derribar alguna chabola.

El presidente y portavoz de los vecinos, Juan José Escribano, ha asegurado en declaraciones a Europa Press Televisión, que se movilizan todos los lunes en protesta por los derribos y que harán "cualquier cosa que haya que hacer" para que sus hijos "no se vean en la calle".

En este sentido, ha calificado de "canallada" que se lleven a cabo derribos "de manera ilegal e injusta" ya que, a su juicio, "aprovechan órdenes para hacer un registro para realizar una demolición no autorizada por un juez." Según Escribano, utilizan "la excusa de la droga", para "luchar contra un asentamiento que se le ha ido de las manos a la Administración", por lo que ha exigido "compromisos oficiales" para buscar una solución.

A la vista de los acontecimientos, al lugar se ha desplazado el comisionado del Ayuntamiento de Madrid para la Cañada Real, Pedro Navarrete, con objeto de tranquilizar los ánimos. Navarrete ha negado que fuera a realizarse hoy ningún derribo y ha asegurado que, aunque hay zonas en la Cañada en las que los vecinos no se podrán quedar, el Consistorio ofrecerá una "alternativa residencial".

"Esto es un compromiso del Ayuntamiento. El Ayuntamiento no va a dejar a nadie en la calle así, sin más", ha añadido. Asimismo, Navarrete ha explicado que se está elaborando el pacto regional y que el Consistorio madrileño está "a la espera de que la Comunidad de Madrid presente el protocolo urbanístico que defina cómo quedaría la Cañada" y que permitirá buscar una "solución global" para la zona.