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Manuela Carmena lleva una semana como alcaldesa de Madrid y ya ha afrontado tres peticiones de dimisión: la de la propia Rita Maestre por su imputación en una protesta contra la ubicación de una capilla en la Universidad Complutense de Madrid, la de Guillermo Zapata -efectuada- y la del concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, también por sus 'tuits' ofensivos.

Guillermo Zapata es el nuevo presidente de Fuencarral el Pardo, el distrito más poblado de Madrid, con más de 200.000 habitantes. Se ha estrenado este sábado en su nuevo cargo, tras ser cesado como concejal de cultura.

Esta semana era cesado como concejal de cultura por burlarse de las víctimas del holocausto, de las niñas de Alcásser y de ETA. Pese a la petición de dimisión por sus tuits ofensivos por parte de toda la oposición, la nueva alcaldesa lo mantiene en su equipo.

La convocatoria, una fiesta para celebrar los resultados de Ahora Madrid en el templete del parque de la Vaguada. El teniente de alcalde Mauricio Valiente ha sido quien le ha acompañado en el acto.

"Hemos tenido que empezar muy rápido a responder a campañas que no nos esperábamos" ha asegurado este sábado en una entrevista la portavoz del Gobierno de la capital, Rita Maestre.

"Eso nos han dejado un poco en shock, nos ha puesto sobre aviso: sigue habiendo gente nerviosa porque el cambio ha llegado Ayuntamiento de Madrid y va a responder de esta forma. Casi es mejor, por otro lado, hacerse a la idea cuanto antes y saber que tenemos una lupa muy exigente ante nosotros".

La portavoz del Gobierno de la capital y también del grupo parlamentario de Ahora Madrid (formado por Podemos, Ganemos y Equo) considera, no obstante, que era "conveniente" la dimisión de Guillermo Zapata como responsable de Cultura, aunque admite "diferencias" sobre esta cuestión en el seno del grupo.

"La cuestión era si su actuación le sentaba mal a un determinado grupo de poder o si era algo que afectaba a toda la sociedad", dice en referencia a la polémica de los tuits de Zapata ofensivos con los judíos y con las víctimas del terrorismo.

Cree que el paso atrás de Zapata es una "muestra de responsabilidad y de elegancia" hacia una parte de la sociedad que se sintió dolida por su actuación, y dice que no tiene "ni pies ni cabeza" afirmar que su marcha da más peso en el seno del grupo a Podemos (Zapata fue uno de los grandes impulsores de Ganemos).