El programa HOY EN MADRID, presentado y dirigido por Ely del Valle, ha recibido la visita de Pedro Zerolo, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, secretario de Movimientos Sociales y concejal del Ayuntamiento de madrid.
Zerolo aseguró que estamos viviendo “un momento de efervescencia política” que no recuerda “desde hace muchísimo tiempo. Una efervescencia determinada por los movimientos sociales, y eso, de entrada, es bueno. Que la sociedad se movilice y se politice. Tenemos que aprovechar este momento, que creo que es único, para resetearnos. La Democracia tienen que estar en constante movimiento y lo que ha pasado en España en estos 36 años de Democracia ha sido gracias a los movimientos sociales y al pueblo español, que ha querido manifestarse de una determinada manera en un determinado momento histórico. El último veredicto que tenemos en las urnas –las europeas, las últimas generales- hay que leerlo, porque en Democracia es fundamental que la ciudadanía tenga cauces para manifestarse libremente, porque si no, se puede llegar al estallido social, que nadie quiere en un país como España”.
En cuanto al apelativo de casta, considera que es “un toque de atención a los partidos para estar donde hay que estar: en la calle, en complicidad con la ciudadanía y teniendo como objetivo el interés general. Y eso, a veces, se ha perdido porque uno, cuando gobierna y ha gobernado mucho, como ha sido el caso del PSOE, a veces de tanto gobernar, se pueden perder algunos principios por el camino”.
CÓMODO EN LA EJECUTIVA DE SÁNCHEZ
Pero el concejal socialista dejó claro que se siente cómodo en la ejecutiva de Pedro Sánchez, porque Sánchez “ha asumido algo importante para avanzar desde el Partido Socialista: claridad de ideas, valentía en la acción, acción política y valiente e identidad en el discurso, un discurso para saber de dónde venimos y adónde vamos, y el PSOE, por ejemplo, ha hecho un esfuerzo de discurso definiéndose como un partido laico”.
Por otro lado, Zerolo admitió que las acusaciones entre Paulino Rivero y José Manuel Soria son muy fuertes, pero mutuas, a cuenta de las prospecciones en Canarias, habiendo sido Rivero el último en acusar al Gobierno de encubrir una operación de colonialismo y en haber reivindicado el petróleo canario como recurso natural de los canarios. Zerolo se posicionó “en contra de las prospecciones por la preservación del medio natural y por los datos que se han aportado sobre la escasa posibilidad de encontrar petróleo y la escasa calidad del mismo en caso de que se encontrara. Hay que tener en cuenta la realidad canaria y cómo se ha ido construyendo una manera de vivir”.
“Sabemos muy bien –prosiguió- los desastres provocados por las plataformas petrolíferas, ahí está Castor. Al final lo pagan los ciudadanos, bien porque el Gobierno llega a un acuerdo de indemnización con la empresa, o bien porque por un escape o algo que se hace mal se puede acabar con una reserva natural como la de Canarias, que con respecto a los cetáceos, es una de las más importantes del mundo”.
Y añadió que si se habla de políticas de Estado, “hay que apostar por el futuro y no por un combustible que ya casi forma parte del pasado, sobre todo en un territorio como Canarias donde ya hay experiencias, como en la isla del Hierro, de sostenibilidad a través de energías alternativas provenientes del viento, del flujo marino y de placas solares”.
Porque en su opinión “las prospecciones en Canarias no van a resolver ningún problema de abastecimiento en España ni en Canarias. Hablamos de unos datos que no son ciertos y unas prospecciones que parecen que tienen el 20% de posibilidades de encontrar petróleo y, en caso de encontrarlo, sería de muy mala calidad. Y para los canarios no supondría ningún enriquecimiento porque ya sabemos qué pasa con esas multinacionales. En América Latina ha habido muchas multinacionales y no se ha quedado nada en el país de origen, por eso han surgido movimientos sociales que han puesto sobre la mesa renegociar con las multinacionales determinados acuerdos. Recordemos la famosa frase de Evo Morales, “Aquí no queremos amos, queremos socios”, que provocó un enorme movimiento en América Latina y en la grandes empresas, que saben que de actuar deben hacerlo con criterios de solidaridad”.
