Unos 70.000 alumnos de 2 de Primaria de la Comunidad de Madrid, con 7 y 8 años de edad, han realizado este miércoles la prueba de Lectura, Escritura y Aritmética (LEA), que se ha celebrado en 1.293 colegios públicos, concertados y privados de la región por segundo año consecutivo.
Según ha informado el Gobierno regional, esta prueba, que dura aproximadamente dos horas (una hora Lengua y otra para Matemáticas), forma parte de un plan de evaluación que tiene como objetivo principal detectar, "con rapidez y fiabilidad", posibles fallos o carencias en el aprendizaje de los niños para que ninguno pueda quedar rezagado.
La prueba escrita ha incluido en su apartado de Lengua un dictado y la redacción de un cuento o una historia real que sirva para valorar su expresión escrita. En este dictado, los niños han tenido que escribir palabras como 'Raquel', 'contentísima', 'Enrique', 'vacaciones', 'árboles' o 'tierras'.
En la de Matemáticas, los alumnos han respondido a distintas cuestiones de numeración y han tenido que rodear las unidades de 120, las centenas de 408 o las centenas de 51; escribir en letra los números 17 ó 308 y ordenar de mayor a menor distintas cifras. También han realizado sumas, restas y multiplicaciones.
En otro apartado, con dibujos de relojes, los estudiantes han tenido que escribir sobre ellos la hora o decir qué hora marcaban los mismos. Otra parte ha sido de tratamiento de información, de geometría (señalar con una cruz el rectángulo y con un círculo el triángulo) y dos problemas.
LOS PROPIOS PROFESORES CONTROLAN LA PRUEBA
A diferencia de otras pruebas de evaluación que hace la Comunidad de Madrid, en esta ocasión, no ha habido controladores externos. La LEA depende de la Inspección Educativa, que ha mandado una nota a los centros informando de que tienen que ser los profesores de los mismos colegios los que controlen el desarrollo de la prueba.
En este comunicado se les explica que lo único que tienen que hacer estos profesores es cambiarse de grupo. Es decir, que los docentes del grupo A de 2 de Primaria 'vigilen' la prueba de los alumnos del grupo B y viceversa. Fuentes educativas han explicado que esta forma de proceder puede "influir" en el resultado final de las pruebas. "Todos los colegios van a querer quedar bien y seguro que los profesores habrán ayudado a los niños cuando han tenido dudas", han explicado. Sin embargo, mañana, para la prueba oral, será un inspector el que irá al centro y al azar elegirá a diez niños para hacer la prueba que consiste en lectura, preguntas sobre lo leído y cálculo mental.