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Los casi noventa ancianos que han pasado la noche en el polideportivo municipal de Robledo de Chavela junto a vecinos de la zona han recobrado la tranquilidad tras el desalojo de las residencias Las Golondrinas y Santa Rita, según ha explicado fe la directora del primero de los centros, Belén Rodríguez. Rodríguez ha apuntado que los familiares de algunos de estos mayores los han alojado en sus casas para pasar la noche, y los han vuelto a traer al complejo por la mañana para que pasen allí el día.

Saturnino Ramírez Luengo, uno de los residentes, ha asegurado que han pasado bien la noche y ha bromeado con el hecho de que su cama estaba "un poquillo dura".También ha denunciado "el destrozo" que han hecho el causante o causantes del fuego.

Otros dos mayores, Julia y Manolo, han llegado esta mañana al complejo deportivo de Robledo, junto a su perro, procedentes del cámping El Canto de la Gallina de Valedemaqueda. Julia es asmática, por lo que le recomendaron que abandonase el recinto "debido al humo", y está a la espera de saber si pueden volver al cámping, donde han dejado sus pertenencias, o bien deben regresar a Madrid, donde viven.

Ha explicado que el fuego ayer "era horrible", y muy emocionada ha insistido en que "a la persona que lo ha hecho le tenían que dar un buen castigo".No obstante, ha celebrado que la carretera cercana a la zona de acampada "ha hecho de cortafuegos", por lo que el incendio no los puso en peligro.Los mayores han estado esta mañana paseando por la zona, algunos de ellos con sus perros.

José María Delgado, responsable de Intervención y Urgencias de Cruz Roja, ha explicado que decenas de voluntarios de su organización, coordinados con la administración, está facilitando un 'kit' de alimentación básico a los instalados en los campamentos, que también están recibiendo atención psicosocial. Delgado ha precisado que en Robledo, más que ataques de ansiedad, ha habido "nervios" y "necesidad de tener mucha información o ayudar" por parte de los desalojados, así como mayores "un poco desorientados".

Los afectados se han ido "relajando" y están "en situación de espera" hasta que puedan volver a sus domicilios o residencias, ha añadido Delgado. Al lado de la piscina municipal, Ángel Castellano, vecino de la localidad, explica que los helicópteros de los servicios contra incendios acuden a cada rato a cargar agua a la piscina, que "están llenando continuamente", y también están cogiendo agua de un pantano en una finca particular cercana.

Castellano ha relatado que ayer los vecinos lo pasaron "muy mal", pero hoy ya están tranquilos. "Ha sido muy chungo, ayer hemos pasado un poco de miedo", ha finalizado.

El incendio comenzó este lunes sobre las 11.30 horas en seis puntos diferentes cercanos a la M-537, entre Robledo de Chavela y Valdemaqueda, al oeste de la región, y obligó a desalojar a unas 2.000 personas.