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La sociedad concesionaria de la autopista de peaje AP-41 Madrid-Toledo ha solicitado concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 y de lo Mercantil de Toledo.

Así lo han confirmado fuentes judiciales, que han detallado que el concurso voluntario de acreedores está ahora "pendiente de admisión", tal como publica 'Cinco Días' en su edición de este viernes, que indica que la deuda de la concesionaria asciende a 380 millones.

La concesionaria, adjudicataria de la construcción y explotación de la autopista en régimen de peaje por un periodo de 36 años, está participada por Isolux Corsán, Comsa, Sando, Azvi y el Banco Espirito Santo. La autopista, ya en servicio, cuenta con 71,5 kilómetros de longitud y dispone de nueve enlaces y de un área de servicio entre Madrid y Toledo.

Se trata de la primera autopista que solicita concurso de las diez que actualmente están en riesgo de quiebra por la caída de los tráficos y los sobrecostes de expropiación que registraron en su construcción. El Ministerio de Fomento ha manifestado en distintas ocasiones que confía en tener lista en este mes de mayo la batería de medidas en que actualmente trabaja para ayudar a estas vías.

Los presupuestos del Ministerio para 2012 incluyen una partida de 289 millones de euros para otorgar préstamos participativos a estas autopistas, y además amplían hasta 2021 la posibilidad de que recurran a cuentas de compensación. Además de estas dos medidas, Fomento también contempla la ampliación del plazo de concesión y gestión de las autopistas, y la promoción de fusiones entre concesionarias.

Con todo, el Ministerio no descarta rescatar las autopistas que no logren solventar sus problemas con las medidas que finalmente promueva Fomento, cumpliendo de esta forma lo que contemplan los propios contratos de concesión. El eventual rescate se realizaría a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente de este Departamento.

Además de la Madrid- Toledo, entre la decena de autopistas que actualmente están en riesgo de quiebra figuran las radiales de Madrid, la que une la capital con el aeropuerto de Barajas y la Cartagena-Vera. Las concesionarias de estas vías, que suman un pasivo de unos 3.000 millones de euros, están participadas por los principales grupos constructores y de concesiones del país.