El 89,5% de los establecimientos de compraventa de oro en la Comunidad de Madrid no indica el precio por gramo de este metal y el 66,6% de las balanzas que utilizan presenta defectos y, en consecuencia, no son aptas para la realización de estas transacciones comerciales.
Estas son algunas de las conclusiones de la campaña de inspección y control de establecimientos de compraventa de oro que han llevado a cabo las direcciones generales de Industria y Consumo de la Comunidad de Madrid, con la colaboración del Ayuntamiento de la capital, entre los meses de mayo y julio de este año.
El consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, ha informado hoy de los resultados de la presente campaña, que se llevó a cabo a raíz de las "muchas irregularidades" detectadas en 2013 y que ha llevado a la Dirección General de Consumo a editar un folleto informativo de los derechos que amparan al consumidor en los establecimientos de 'compro oro'.
Aunque la campaña preveía la inspección de 78 locales en la región, solo 19 permanecían abiertos al haber cerrado o cambiado de actividad en el último año los 59 restantes.
78 INSPECCIONES
En los dos meses de inspección, seis inspectores (tres de Consumo, dos de Industria y un técnico de Laboratorio) han realizado 78 visitas a este tipo de establecimientos asentados en Madrid, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Leganés, Móstoles, Getafe y Rivas-Vaciamadrid.
Según los datos aportados por Ossorio, el 41% de las piezas examinadas no tenía contraste, lo que afectaba al 42% de los establecimientos inspeccionados, y el 89% de ellos no anunciaba el precio por gramo de oro. Además, el 47,4% de las tiendas no facilitaba comprobante de la operación y en el 42% de los comprobantes entregados no figuraba el precio del gramo de oro.
El 26,3% de los establecimientos inspeccionados no disponía de hojas de reclamaciones y el 21% no las anunciaba. En el ámbito de inspección de la Dirección General de Industria, los inspectores han revisado 18 básculas, de las que 12 presentaban defectos (66,6%): ocho de ellas no tenían los marcajes obligatorios; una no había pasado las revisiones; y tres suspendieron en el ensayo práctico de peso.
En la capital, 15 de las 27 básculas inspeccionadas tenían defectos: diez no superaron la fase de los marcajes; dos no habían pasado las revisiones obligatorias; y tres suspendieron el ensayo de pesada. Como consecuencia de estas irregularidades, la Dirección General de Consumo va a abrir 12 expedientes sancionadores y la de Industria está tramitando 39, ha concluido Ossorio.
