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La primera huelga del servicio de extinción de incendios del Ayuntamiento de Madrid se está desarrollando sin incidencias destacables y con el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos por el Consistorio.

El director de Emergencias del Ayuntamiento, Alfonso del Álamo, ha negado hoy que exista "inseguridad ciudadana" a causa de los paros.

Sobre los servicios mínimos, Del Álamo cifra en 203 los bomberos que harán guardia esta noche y no los 104 que dicen los sindicatos, "olvidando que también son bomberos los conductores, los jefes de grupo, los suboficiales y los jefes de guardia".

Asegura que 203 bomberos es un número suficiente para garantizar la seguridad ciudadana.

Sobre el seguimiento de la huelga, Del Álamo ha indicado que de los partes de relevo de la mañana se deduce que tanto en atención directa a los siniestros como en la escala de apoyo técnico el seguimiento ha sido del "cero por ciento".

Incluso en atención directa al siniestro ha habido nueve bomberos por encima de los servicios mínimos acordados. Y en el caso de apoyo técnico, donde los servicios mínimos son del 30 por ciento, la plantilla se ha presentado "en su totalidad", según Del Álamo.

Tras sostener que la actitud negociadora del Ayuntamiento "no se puede cuestionar", ha recordado que el Ayuntamiento estuvo negociando durante dieciocho meses con los sindicatos de bomberos hasta llegar a un preacuerdo en marzo de 2010 que fue rechazado luego por la asamblea de trabajadores.

Del Álamo considera que la huelga obedece a "reivindicaciones económicas" más que a la supuesta falta de medios técnicos y humanos que esgrimen los sindicatos.

Sobre la falta de medios técnicos, el director de Emergencias plantea que se puede negociar "un calendario de mejora progresiva" para la incorporación de nuevos medios para todos los parques, lo cual no implica, según Del Álamo, que los medios actuales sean insuficientes para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

En cuanto a los recursos humanos, ha dicho que en 2004 había 1.504 bomberos, que en la actualidad hay 1.508 y que a finales de 2012 o principios de 2013 probablemente haya "1.730-1.740", cifra "absoluta y relativa" nunca superada antes.

Sostiene que el Ayuntamiento no puede aceptar la pretensión de los sindicatos de reducir la jornada semanal de 37 horas y media a 35 y seguir pagando lo mismo.

En opinión del Consistorio, sólo si los bomberos renunciasen a su jornada de 24 horas se podría ajustar mejor la plantilla y planificar el servicio.

Del Álamo ha reconocido que existen conversaciones "no oficiales" entre las autoridades municipales y los sindicatos en las cuales, según el director de Emergencias, "está quedando claro que no resulta necesario hacer guardias extraordinarias".

Sin embargo, los partidos de la oposición en el Consistorio madrileño, IU y PSOE, instan al Ayuntamiento a negociar con los bomberos y a buscar una solución al conflicto.

Al portavoz del Grupo Municipal Socialista, David Lucas, le "sorprende mucho" la actitud del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en este asunto.

En declaraciones recogidas por Efe, Lucas ha dicho que respeta el derecho que tiene "todo el mundo" a la huelga y que "no puede ser que (Ruiz-Gallardón) diga a los ciudadanos que no va a negociar con los bomberos y que es preferible que se pudra el conflicto antes de sentarse a escucharles y a buscar un mecanismo de diálogo, de consenso y de acuerdo".

El portavoz adjunto de IU en el Ayuntamiento, Ángel Lara, por su parte, considera "incomprensible" que el alcalde pretenda posponer hasta después de las elecciones de mayo la solución de un conflicto "que afecta a la seguridad de los vecinos por la falta de recursos humanos y materiales" del cuerpo de bomberos.

En un comunicado emitido hoy, IU hace un llamamiento al equipo de Gobierno de Ruiz-Gallardón a que se "siente ya" a negociar.

"La seguridad de los ciudadanos no tiene que estar supeditada a ningún proceso electoral", advierte Lara.

Ante esta situación, según el concejal de IU, el equipo de Gobierno, en vez de tomar medidas, ha optado "por el simplismo que supone asegurar que todo el conflicto laboral se reduce a que los bomberos quieren cobrar más y trabajar menos".