Las medidas anticontaminación puestas en marcha por el Ayuntamiento de Madrid no afectarán sólo a los conductores. Las calderas de carbón estarán prohibidas a partir de 2020.
De esto modo, y para conseguir una gestión urbana baja en emisiones y una mayor eficiencia energética, se impulsará la sustitución de combustibles de calefacción contaminantes.
También está previsto regular el uso de la biomasa en la ciudad. Igualmente se establecerá una hoja de ruta para el desarrollo de las energías renovables, se revisarán las bonificaciones del Impuesto de Bienes Inmuebles por instalaciones de energía solar y se explorará y explotará el potencial de la geotermia.
Un anuncio que en el sector, por ejemplo en las pocas carbonerías que quedan en Madrid, se ve con pesimismo.