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El Ayuntamiento de Madrid cerró el pasado año con un superávit en término de contabilidad nacional de 841,8 millones de euros, tras reducir el gasto en 492,3 millones con respecto al presupuesto aprobado y alcanzar unos ingresos corrientes de 4.325 millones, un 0,5% menos que la previsión.

Además, la deuda viva se redujo en 726,4 millones de euros -a 31 de diciembre, 6.667,5 millones- y el remanente de Tesorería, que al término de 2011 arrojaba un saldo negativo de 876 millones, se cerró con un balance positivo de 3,8 millones de euros.

Así lo ha explicado hoy la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha comparecido esta mañana junto a la delegada de Economía, Hacienda y Administración Pública, Concepción Dancausa, para presentar el primer balance anual de ejecución del Plan de Ajuste del Ayuntamiento de Madrid.

Botella ha celebrado el cumplimiento de los objetivos de déficit público que arroja los datos del informe, que la Intervención General del Ayuntamiento ha remitido al Ministerio de Hacienda, y ha asegurado que el "objetivo inmediato" es ahora disminuir a 30 días el plazo medio de pago a proveedores en 2014, que ha pasado de 270 en 2011 a 180 días al término de 2012.

MADRID CERRÓ EL AÑO EN POSITIVO

La alcaldesa de Madrid ha destacado que, a diferencia de otras administraciones que han sobrepasado el tope de déficit o han incurrido en el mismo aunque dentro de los máximos permitidos por el Gobierno central, Madrid cerró el año en positivo, lo que permite sentar las bases para en el 2014 Madrid tenga "mejores condiciones económicas y financieras".

Según ha expresado la alcaldesa, Madrid ha conseguido "avanzar hasta la estabilidad financiera" y ha cumplido las previsiones para todo el sector publico municipal -ayuntamientos, organismos autónomos, consorcios y fundaciones-.

Botella ha explicado que los resultados del plan de ajuste permitirán reforzar a partir de 2016 los servicios municipales y afrontar nuevos proyectos de inversión.También ha garantizado la financiación este año de los servicios municipales, que están cubiertos por los ingresos corrientes, por lo que el Ayuntamiento no tendrá que recurrir a la venta o enajenación de inmuebles.

Por su parte, la responsable de Hacienda ha explicado que la diferencia de 34,7 millones en los ingresos corrientes se debe a que capítulos como el IVA y una sentencias sobre la ordenanzas fiscales, que han supuesto una merma de 64 millones; mientras que otros, como el IBI, el impuesto de plusvalía y transferencias corrientes se han saldado con 26 millones más que los previstos.

Botella ha aducido que los planes del Ayuntamiento pasan por plan el mantenimiento del empleo en su cuerpo general y en los organismos autónomos. También ha resaltado que, "cuando la situación general haya mejorado", debe encararse una reforma de la financiación local.