Paso de peatones de Alcobendas en el que se produjo el atropello | SUMMA 112
(Actualizado

El Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid ha condenado a cinco meses de cárcel a un hombre por atropellar hace cinco años a una mujer en un paso de peatones de Alcobendas, un accidente que se produjo bajo los efectos del alcohol y después de que se agachara a coger un bolígrafo con el que iba jugando con el copiloto.

En una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se condena al acusado, como autor responsable de un delito contra la seguridad del tráfico bajo influencia de bebidas alcohólicas y de lesiones imprudentes, con las atenuantes de resarcimiento del daño y dilaciones indebida.

Además de la pena de cárcel, se le impone la privación del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores durante diez meses. También se le absuelve del delito de lesiones imprudentes previsto y por el delito de omisión del deber de socorro.

Durante el procedimiento, la víctima fue indemnizada por las secuelas y lesiones sufridas con 556. 259 euros. Renunció entonces a ejercer acusación como perjudicada en la vista oral.

Los hechos se produjeron sobre las 18:30 horas del 18 de noviembre de 2016 en la calle Isaac Albéniz de Alcobendas, cuando el hombre, encontrándose bajo la influencia de las sustancias estupefacientes, perdió el control de su vehículo y atropelló a una mujer a pesar de estar cruzando por un paso de peatones. La mujer salió despedida por los aires y resultó herida.

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El conductor no se dio cuenta del atropello y siguió con su dirección. Pero una mujer testigo de los hechos persiguió el coche y reprocho al conductor lo que había pasado, facilitando su matrícula a la Policía Local de Alcobendas.

Una vez llegó una dotación de la Policía Local para dar cuenta del atropello, procedieron a requerir al acusado al objeto de la realización de la prueba de alcoholemia, accediendo voluntariamente y arrojando la primera de las pruebas practicadas un resultado positivo de 0,70 miligramos de alcohol por aire espirado.

En el juicio, el acusado reconoció los hechos y manifestó que no se dio cuenta del momento del atropello, siendo consciente cuando se lo comentó una mujer que iba en un coche rojo y que tras el accidente, persiguió al vehículo implicado en el hecho.

El copiloto manifestó que se habían bebido una botella de vino y que el golpe se produjo en un momento en el que el acusado se agachó a coger un bolígrafo que se le había caído. Cuando se dio cuenta del golpe, le dijo al conductor que se detuviera.

El abogado Juan Gonzalo Ospina, defensor del acusado, se ha negado hacer valoraciones de la sentencia, señalando que "más allá de juicios de valor, todo el mundo tiene el derecho a un juicio justo y a la aplicación proporcional de la ley".