La Comunidad de Madrid, a instancias del Ayuntamiento de Alcorcón, ha iniciado los trámites para declarar como Bien de Interés Patrimonial (BIP) los Castillos de San José de Valderas en Alcorcón, un conjunto palaciego edificado en 1917 por el marqués José Sanchiz de Quesada.
La Dirección General de Patrimonio Cultural incoará próximamente el expediente que debe traer como resultado la declaración como BIP de este conjunto palaciego de estilo sajón que ha celebrado este año su primer centenario, según ha adelantado el Gobierno regional en una nota.
La directora general de Patrimonio, Paloma Sobrini, ha defendido "reconocer el valor de los edificios de la finca de San José de Valderas de Alcorcón, como arquitectura palaciega no defensiva, ejemplo del cruce de influencias culturales característicos de su estilo".
El conjunto palaciego, que comenzó a edificarse en 1916, mezcla el estilo propio de los castillos franceses con el de las mansiones de campo inglesas, destacando los torreones y almenas decorativas y la presencia de ventanales característicos del renacimiento francés, intercalados con ventanas góticas y aleros de ascendencia mudéjar.
El palacio principal, de estilo sajón, se inauguró en 1917 y, a su lado, se construyeron otros dos más pequeños, uno dedicado a capilla particular bajo la advocación de San José y el otro destinado a residencia de los trabajadores del castillo.
Su arquitecto, Luis Sainz de los Terreros, fue una de las grandes figuras del eclecticismo madrileño y es autor de varios importantes edificios de la Gran Vía y otros lugares de la ciudad de Madrid, así como del Instituto Llorente, junto a la carretera del Pardo, que preludia la arquitectura neorrenacentista del periodo autárquico.
Por los castillos de San José de Valderas pasaron a principios del siglo XX el rey Alfonso XIII o el dictador Primo de Rivera, entre otros, hasta que al comienzo de la Guerra Civil se instaló en el castillo principal un cuartel.
A finales de la década de los 60 del siglo pasado, el conjunto fue abandonado y se fue deteriorando hasta llegar a un estado casi ruinoso, por lo que en 1988, el sexto marqués de Valderas, Hipólito Sanchiz y Núñez-Robres, decidió donarlos al Ayuntamiento de Alcorcón, que los reformó y les dio un nuevo uso público.
El proyecto de reforma fue encargado a los arquitectos Enrique Fombella y Eduardo Paniagua, en enero de 1991. En el proceso de reforma se derruyó la capilla dado su estado de deterioro.
En la actualidad el castillo grande alberga el Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón, el Centro de Apoyo y Encuentro Familiar, y una sala de Mayores; el segundo castillo acoge un centro cultural en el que se desarrollan cursos y talleres de cerámica, joyería o fotografía, y el tercero no se logró recuperar por su deterioro.
Pese a que los edificios del conjunto están protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, al ser edificaciones señoriales y capilla anteriores a 1936, ahora el Gobierno regional concretará esta protección iniciando los trámites para convertirlo en Bien de Interés Patrimonial.