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Las cofradías de Madrid están ultimando los detalles para que dé sus frutos el trabajo que llevan haciendo desde Navidad, cuando los 'anderos' y los costaleros comienzan sus ensayos con el objetivo de que en el "gran día", cuando salgan los pasos en procesión, todo salga perfecto.

Once cofradías marcharán por las calles de Madrid desde el próximo domingo -Domingo de Ramos- hasta el sábado 19 de abril -Sábado Santo-, pero, pese a que esos son las jornadas con más actividad en las agrupaciones, los cofrades están ocupados varios meses antes con conciertos, ensayos, pregones e incluso con la redacción de revistas informativas.

Una vez finalizada la Navidad, los anderos -los que portarán la imagen- y costaleros se reúnen una o dos veces por semana y se van preparando para cargar el peso del paso de Semana Santa. Para ello, simulan la estructura de la base y colocan sobre ella pesas o sacos de cemento o de arena.

Así, explica a EFE el capataz de la Real Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús el Divino Cautivo, Juan Manuel García, se van preparando para el "gran día" ensayando una o dos veces por semana, a pesar de ser una hermandad "pequeñita". Para que todo salga bien, indica el capataz, "merece" la pena renunciar a buenos partidos de fútbol o a ratos con la familia.

PARTICIPACIÓN DE MUJERES

José Carlos Sastre, hermano mayor del Divino Cautivo, señala que son los anderos quienes deben practicar los giros y los movimientos, pues serán ellos los que llevarán la imagen a cuestas. Aunque el suyo no es uno de los pasos más grandes, los anderos cargan 40 kilogramos por persona, por lo que es "fundamental" la correlación, concreta Sastre.

Por otra parte, García confiesa que está "encantado" con que este año participen por primera vez dos mujeres, quienes encajan en el grupo "sin problemas". Cada cuadrilla está compuesta por unas 30 ó 40 personas con una altura y complexión física similar, si bien también debe ser gente entregada y a la que le guste el ejercicio.

"Cuidarse es importante, pero no hace falta ir todos los días al gimnasio", afirma Enrique Guevara, secretario del Consejo de Cofradías de Madrid, para quien lo "primordial" es estar sano. Es de vital importancia que todos los anderos carguen el peso por igual, subraya el secretario del Consejo de Cofradías de Madrid, por lo que este aspecto es uno de los que más se remarcan durante el aprendizaje.

Todas las cuadrillas de costaleros y anderos deben tener un grupo de reserva, un relevo para alternarse durante el recorrido y, como medida preventiva, cada cofrade tiene un seguro. Las peores lesiones, según señala Enrique Guevara, son las que afectan a la columna vertebral, por lo que hay que mantenerla recta cuando se levanta la estructura. Además, las cofradías suelen ir acompañadas por grupos médicos y de fisioterapeutas.

Aunque evitar esguinces y lesiones musculares es el principal objetivo, los ensayos también servirán para tomar conciencia sobre cómo evitar la ansiedad y el agobio. En concreto, los costaleros se ponen el costal en el cuello y pasean por una parte del recorrido, normalmente por calles peatonales para evitar cortar el tráfico, para lo cual deben pedir un permiso al Ayuntamiento de Madrid.

Al tratarse de un trabajo laborioso, los ensayos tienen una duración mínima de dos horas, durante las cuales hay que comprobar si hay baches, la anchura de las calles y la localización de los balcones para que no haya incidentes en el gran día.

El asistente eclesiástico de las hermandades y cofradías del Arzobispado de Madrid, Francisco Andrés Martínez, explica a EFE que para "acomodarse" al peso de los pasos, los meses clave de ensayos son enero, febrero y marzo. A juicio de Martínez, para "entrar en calor" lo más importante es tener fe, además de la altura y condiciones físicas necesarias para portar las imágenes.

En palabras de Guevara, debajo del peso hay que tener corazón, y si se tiene fuerza, "pues mucho mejor".