Los comerciantes acusan al Ayuntamiento de Madrid de querer destruir el Rastro
Los comerciantes y vendedores del tradicional mercadillo se han manifestado octavo domingo consecutivo
EFE
Los comerciantes y vendedores del Rastro se han manifestado por octavo domingo consecutivo para exigir la apertura del mercadillo, que se cerró en marzo por el coronavirus, y han acusado al Ayuntamiento de Madrid de querer destruir este espacio que forma parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad desde hace trescientos años.
Los participantes en la protesta, que ha comenzado en la plaza de Cascorro, han desplegado a lo largo de la calle de la Ribera de Curtidores un gran mural con fotografías históricas en blanco y negro de los vendedores y de sus antepasados.
Alrededor de cuatrocientas personas, según los convocantes, se han sumado a la movilización organizada por la Asociación El Rastro Punto Es, la asociación Argatsana y la Asociación Independiente del Rastro (Asiveras).
Los manifestantes han desplegado una pancarta en la que se podía leer "Almeida, el alcalde de Madrid, amenaza el histórico Rastro".
También han portado carteles con lemas como "¡S.O.S! ¡Mil familias a la ruina! ¡Esto es un atraco!", "El Rastro es un lugar seguro, está al aire libre", "¿La Gran Vía de San Francisco está libre del virus?", "Sí al 50 por ciento, pero en nuestros puestos!", "¡Queremos un Rastro vivo!" o "El Rastro somos todos".
La propuesta de los comerciantes
Desde la Asociación El Rastro Punto Es, han reclamado que se abra el Rastro con la propuesta que han hecho los comerciantes de instalar el 50 por ciento de los puestos un domingo y el 50 por ciento restante el domingo siguiente, con el criterio de "un puesto sí y otro no" para poder guardar las medidas de seguridad y en los lugares habituales.
Rechazan la propuesta del Ayuntamiento
A su juicio, el planteamiento del Consistorio madrileño "no tiene ninguna justificación sanitaria", porque la plaza de Cascorro, Ronda de Toledo y Ribera de Curtidores son zonas "amplias" donde hay espacio "suficiente" para instalar el 50 por ciento de los puestos.
Rechazan la propuesta municipal que convierte el Rastro en cinco minimercadillos, que estarían aislados unos de otros y desconectados del resto del Rastro, con los puestos "encajonados" entre vallas.