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Este viernes se cumple un mes de la desaparición de Adriana Gioiosa, la mujer a la que presuntamente mató y descuartizó en Majadahonda Bruno Hernández. Su cuerpo continúa sin aparecer y se va a buscar en el vertedero de Pinto. Sin embargo, a pesar de que no ha sido hallado el cadáver, las pruebas acorralan a Bruno.

HABLA LA MADRE DEL PRESUNTO DESCUARTIZADOR

Yolanda Veiga, madre del presunto descuartizador de Majadahonda Bruno Hernández, en una entrevista en La Voz de Galicia pone en el punto de mira al padre y a los psiquiatras por no haber internado más tiempo a un joven que recuerda que sufrió en varias ocasiones brotes psicóticos y que padecía una fuerte esquizofrenia.

La madre no sabe realmente si Bruno cometió los dos asesinatos, el de una tía paterna y una inquilina, y cree que si se demuestra que lo hizo "tiene que pagarlo pero deben de tener en cuenta que es una persona enferma", asegra en el diario gallego.

¿Cómo se enteró de que su hijo estaba detenido y acusado de asesinato?

Llevaba varios días sin hablar con él y me preocupé, ya temiendo que pudiera haber sucedido algo grave, aunque pensé que podía tener un brote psicótico y que estaba ingresado. Llamé a su padre y no me contestó, por lo que llamé a su hermana Cristal. Cuando me contestó me preguntó si nadie me había llamado y si estaba sola, y ya me puse muy nerviosa.

Llamé a mi hija para que viniera, pero tardaba y volví a llamar a Cristal. Entonces me contó que estaba detenido y que lo acusaban de asesinar a la tía Lidia y a una chica argentina a la que había alquilado el chalé de Majadahonda y tras oírlo me eché a llorar y me derrumbé por completo.

¿Cuál fue su reacción tras conocer las acusaciones?

Pensé en ir a verlo de inmediato, pero ahora mismo acabo de separarme y estoy sin trabajo, por lo que carezco de medios para desplazarme a Madrid y estar allí unos días e intentar verlo.

¿Cree que Bruno pudo cometer los crímenes que le imputan?

Sé que es posible que hiciera algo, ya que una persona que sufre cuadros de esquizofrenia puede hacerse daño a sí misma o hacérselo a los demás, pero lo que realmente me parece es que hay algo más detrás de todo esto.

¿Comprende a las familias de las víctimas?

-Desde luego, para ellos tiene que ser una situación durísima, pero también pido que nos entiendan a nosotros, que nos hemos visto envueltos en una situación muy complicada también sin tener ningún tipo de culpa.

¿Qué dirá si lo terminan declarando culpable?

En el caso de que se demuestre que fue él quien cometió los dos asesinatos, tendrá que pagarlo, pero que tengan muy en cuenta que es una persona enferma.

¿Cómo está viviendo la presión mediática?

Muy mal, sobre todo tras comprobar que se están contando muchas mentiras y considerando culpable a mi hijo sin que por el momento se sepa nada con certeza. No olvidemos que cuando comenzó el caso se hablaba de un asesino en serie sin ninguna base y ahora solo se investigan dos posibles asesinatos.

¿Cuánto hace que su hijo está enfermo?

Desconozco el momento exacto en el que le detectaron la enfermedad, pero lo cierto es que una psiquiatra me dijo que tras el tercer brote psicótico, el siguiente paso ya es la esquizofrenia y yo ya perdí la cuenta de los ataques que sufrió.

¿Cree que no estaba bien controlado?

Desde luego. Es más, considero que su padre y los psiquiatras son los principales culpables de que se llegara a esta situación. Su progenitor no se preocupaba para que tomara la medicación y los médicos le daban el alta. Sin embargo, yo estoy segura que no estaba bien y las pruebas están a la vista.

¿Qué le dirá cuando lo vea?

No lo sé, ya que desconozco si seré capaz de aguantar las lágrimas y es muy factible que me derrumbe en el momento en el que lo vea. Si soporto la tensión trataré de consolarle y le pediré que me cuente lo que le sucedió.

¿Cómo cree que lo está pasando en la cárcel?

Muy mal, sobre todo debido a que la gente que sufre este tipo de enfermedad tiene momentos de lucidez en los que recuerda lo sucedido y seguro que a él le está pasando eso y tiene que ser verdaderamente terrible. Tampoco sé si en la cárcel le estarán dando la medicación que realmente tiene prescrita y necesita para estar controlado.

¿Cuándo dejó de ver a su hijo?

Cuando tenía tres años y su padre lo secuestró. A los pocos días lo denuncié a Interpol para que lo buscaran a nivel internacional hasta que con 16 años volví a verlo, yo creo que gracias a una carta que le escribí a la reina Sofía, que intercedió para que lo recuperara. Antes hice todo tipo de esfuerzos para verlo, recurriendo incluso al programa de Paco Lobatón en TVE.

¿Cómo es Bruno?

Era un niño cariñoso y muy dulce que de pequeño siempre quería dormir conmigo. Después del secuestro le contaron muchas mentiras sobre mí y le costó aceptarme. Al principio me llamaba Yoli y ahora ya me llama mami gracias a que se dio cuenta de que todo lo que le habían dicho era mentira.

¿Nunca pensó en traerlo a vivir con usted?

Sí, en varias ocasiones, la última en el 2012, porque yo sabía que conmigo por lo menos iba a estar controlado y tomaría la medicación, lo que ya era un adelanto muy grande. Llegamos hasta a buscar un apartamento o analizar la opción de que residiera con mi madre, pero al final no conseguimos que se viniera a vivir con nosotros a Lugo.

¿Bruno estuvo en alguna ocasión en Lugo?

Varias veces, la última el pasado mes de noviembre cuando ya le noté que volvía a estar realmente mal y me preocupé mucho. En principio tenía previsto estar, como mínimo, quince días, y al tercero ya me dijo que estaba muy agobiado y que tenía que marcharse.

¿Cree que si viviera con usted se llegaría a la situación actual?

Estoy convencida de que no. Es evidente que este tipo de reacciones son imprevisibles, y vuelvo a repetir que no sé si hizo algo de lo que le están acusando, pero si lo hubiera tenido a mi lado por lo menos vigilaría que tomara la medicación, algo que nunca hace, y por lo tanto estaría más controlado y no sufriría brotes psicóticos.