La Guardia Civil ha detenido a una mujer y a siete hombres con edades comprendidas entre los 31 y los 45 años, por 40 delitos, entre ellos el de pertenencia a grupo criminal, robo o hurto de vehículo, receptación y falsificación de documento público, cometidos en localidades de Toledo y Madrid, de donde sustraían los vehículos que después maquillaban o desguazaban.
En el marco de la Operación 'PIEROGI', desde mediados del pasado año el Área de Investigación de la Guardia Civil de Illescas inició una investigación para determinar la autoría de distintos robos de vehículos, que se habían localizado estacionados en la vía pública de distintos pueblos de la zona, ha informado el Cuerpo Armado en una nota de prensa.
Grupo criminal organizado
Los agentes constataron que los vehículos recuperados pertenecían mayoritariamente a un mismo grupo empresarial que, dentro de cada marca, eran de un mismo modelo y una misma antigüedad, y habían sido sustraídos en localidades de las provincias de Toledo y Madrid utilizando una metodología muy similar.
Se trataba de un grupo criminal perfectamente organizado y jerarquizado, especializado en el tráfico ilícito de vehículos, que sustraía los vehículos con varios fines como desguazarlos y venderlos por piezas, para maquillarlos modificando las placas de matrícula y número de bastidor.
También, el adquirir un vehículo que había sufrido un siniestro que utilizaban para vender uno de los sustraídos de su misma marca, modelo y antigüedad y ponerlo de nuevo en circulación sin levantar sospechas.
Los cabecillas
Los agentes identificaron a los dos 'cabecillas' del grupo, dos polacos que se encargaban de seleccionar los vehículos objeto de robo, generalmente por encargo, que los sustraían durante la madrugada.
En escasos minutos, usando extractores de bombines y clonando sus centralitas, los dejaban estacionados en distintas calles para que se 'enfriasen' y, así, en el caso de que dispusieran de algún sistema de localización, no estaban en las naves donde proseguían con su actividad ilícita.
Una vez en la nave, otros miembros de la organización, de nacionalidad marroquí, se encargaban el despiece o maquillaje del vehículo, y después un hombre y una mujer se encargaban de deshacerse de los restos y piezas no identificables con su entrega en distintas chatarrerías.
Escondidos en una nave
Durante las labores de investigación se localizó una nave ubicada en Cedillo del Condado (Toledo) que servía para ocultar estos vehículos y donde los agentes observaron cómo introducían en ella un vehículo sustraído.
Horas más tarde la Guardia Civil sorprendió y detuvo a uno de los jefes de este entramado y al responsable de la nave ubicada en Cedillo del Condado cuando llevaba a cabo la transacción económica por este vehículo.
En días posteriores, los agentes realizaron otros cuatro registros en las localidades toledanas de Yuncos, Illescas y Cedillo del Condado, y en Madrid, y detuvieron al resto de los integrantes de este grupo.
Ocho delincuentes sumaban 92 detenciones
Tras su detención, que certificó que los ocho delincuentes sumaban 92 detenciones relacionadas con 522 hechos delictivos, se han recuperado 14 vehículos, cinco centralitas de vehículos manipuladas, extractores de bombines, diversas piezas identificativos de vehículo, 1.500 euros y diversa documentación de vehículos, estimándose que el perjuicio patrimonial podría ascender a los 500.000 euros.
Las detenciones han permitido esclarecer, además de un delito de pertenencia a grupo criminal, 33 delitos de robo de vehículos, cuatro de receptación y dos de falsificación de documento público, cometidos en nueve localidades toledanas -Esquivias, Illescas, Seseña, Bargas, Cedillo del Condado, Toledo, Añover de Tajo, Numancia de la Sagra y Carranque- y en once madrileñas: Madrid, Aranjuez, Las Rozas, Villalbilla, El Boalo, Móstoles, Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada, Pinto y Pozuelo.
Las diligencias instruidas y los detenidos han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Illescas.