La Guardia Civil ha detenido en la Comunidad de Madrid a cuatro personas integrantes de un grupo especializado en el robo de joyerías, empresas y vehículos de alta gama, unos delincuentes capaces de abrir cualquier caja fuerte en pocos minutos.
El instituto armado ha informado en rueda de prensa del desarrollo de la operación Babilónica, en la que se han registrado varias viviendas en Alcorcón y Rivas-Vaciamadrid y se han intervenido numerosas joyas procedentes de los robos, una lanza térmica, un chaleco antibalas, ganzúas para la apertura de puertas y vehículos e inhibidores de frecuencia para neutralizar sistemas de seguridad y alarmas.
Los arrestados, todos de nacionalidad española, eran especialistas en la apertura de cajas fuertes, hasta el punto de que en escasos minutos abrían cualquier modelo de caja mediante una lanza térmica.
Según la Guardia Civil, dos de los detenidos intentaron darse a la fuga y uno de ellos se resistió "con gran violencia" al arresto.Los investigadores sostienen que los detenidos eran muy meticulosos en su forma de operar y antes de cometer una acción, para evitar seguimientos policiales, realizaban sus desplazamientos en diferentes vehículos que iban cambiando según transcurría la noche.
Sus coches iban equipados con inhibidores de última generación y para cometer el robo empleaban uno sustraído en el momento. Las investigaciones se iniciaron tras el aumento significativo de robos a joyerías y empresas con la utilización de "lanza térmica" y llevaron a un grupo criminal residente en varias localidades de Madrid, cuyos integrantes eran conocidos de los cuerpos policiales, con numerosos antecedentes por hechos similares.
A pesar de su juventud, poseían unos conocimientos muy elevados en el uso de técnicas complejas para la comisión de los delitos, como el empleo de lanza térmica, medios electrónicos para robar vehículos, manejo de detectores e inhibidores de frecuencia y una técnica muy depurada en su modus operandi.
Para acceder al interior de las joyerías y empresas, la red utilizaba útiles propios de cerrajería, hasta el punto de que uno de los detenidos hizo un curso de esta especialidad. Una vez en el interior, aparte de usar inhibidores de frecuencia para inutilizar los sistemas de alarma, arrancaban los sistemas de grabación de imágenes para no dejar evidencias gráficas de sus actos.
Para garantizar su seguridad en caso de enfrentamiento policial, utilizaban chalecos antibalas de alto grado de protección.
La Guardia Civil relata que dos de ellos intentaron fugarse en el momento de las entradas a sus domicilios. En el caso de Rivas-Vaciamadrid, el investigado saltó en ropa interior desde un segundo piso de un lujoso chalet al patio trasero del chalet contiguo, intentando huir a través de otras viviendas contiguas hasta que fue interceptado por los agentes que hacían el cerco policial.
En el caso de Rivas-Vaciamadrid, el investigado saltó en ropa interior desde un segundo piso de un lujoso chalet al patio trasero del chalet contiguo, intentando huir a través de otras viviendas contiguas hasta que fue interceptado por los agentes que hacían el cerco policial. El detenido se produjo lesiones graves en los brazos en los distintos saltos, cosa que no le impidió hacer todo lo posible para tratar de fugarse.
En otro de los domicilios ubicado en Alcorcón, en el instante que los agentes procedían a entrar en su vivienda, la persona que se iba a detener saltó por la ventana del patio de luces interior para refugiarse en el interior del almacén de un bar aledaño, empleando gran violencia contra los agentes para evitar ser detenido. La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.