Nueve detenidos por narcotráfico en la Cañada Real
Vendían droga las 24 horas al día
La Policía ha desarticulado un clan familiar de narcotraficantes en una nueva operación desarrollada en el poblado de Valdemingómez de la Cañada Real de Madrid con la detención de nueve personas, entre ellas la cabecilla de la organización encargada de adquirir y distribuir la droga.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el comisario de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, José Luis Conde, han informado hoy de esta operación, en la que han sido intervenidos 30.000 euros en metálico, un kilo de cocaína, 118 gramos de heroína y 55 gramos de hachís.
También se han decomisado dos vehículos de alta gama, joyas y 24 teléfonos móviles.
Todos los arrestados cuentan con antecedentes policiales, sumando entre todos 75, y ocho de ellos han ingresado en prisión, mientras que otro ha quedado en libertad con cargos.
Se les conoce como el "Clan de Los Ratas", ya que son familiares de un antiguo delincuente, ya fallecido, que se apodaba así, y en la actualidad era integrado por dos familias que se habían unido para tener mayor fuerza en el mercado.
En la operación se han practicado seis registros, entre ellos el del punto de venta: una vivienda bunkerizada del poblado de Valdemingómez que funcionaba las veinticuatro horas del día en dos turnos de doce horas, en los que los componentes del clan familiar y su entorno vendían al por menor.
La droga llegaba kilo a kilo a este punto de venta y se dividía en pequeñas dosis. No se encargaba el siguiente kilo hasta que el anterior se hubiese vendido para evitar almacenar una gran cantidad de estupefacientes.
A pesar de esas cautelas, la casa -que ha sido demolida- era un "fortín", con puertas reforzadas que se abrían hacia fuera para dificultar la entrada de la policía.
Tras una puerta había otra y finalmente se llegaba a un patio que se utilizaba como fumadero, según ha detallado el comisario Conde.
Los miembros del clan estaban entre rejas, en una especie de cámara acorazada, preparados por si había que deshacerse de la droga.
La casa de Valdemingómez era utilizada únicamente como punto de venta, y no como vivienda.
La jefa del clan era Concepción S.S., alias la Vicky, española 35 años, quien ayudada por su pareja sentimental controlaba todos los detalles relacionados con la adquisición, el transporte y la distribución de la droga.
El "Clan de los Ratas" había ocupado el lugar que dejó el de Los Gordos, desarticulado recientemente, y lo integraban dos familias muy tradicionales que comenzaron su actividad en el extinguido poblado de La Rosilla y que ahora habitan en pisos de protección oficial en diferentes puntos de la capital.
Aunque la Policía ha desmantelado grandes clanes familiares de la droga como el de Los Gordos, Los Fernández-Fernández o Los Emilios, aún quedan en esa zona dos grupos a los que la Policía sigue, según han detallado fuentes policiales.
La delegada del Gobierno ha felicitado a la Policía Nacional por este nuevo golpe al tráfico de droga en la Cañada Real, que según ha recordado es una prioridad de ambas instituciones, como se ha demostrado en las últimas operaciones llevadas a cabo en el poblado.
Cifuentes ha subrayado que este año se desarticuló otra banda a la que se intervinieron 120 kilos de hachís en bellotas, y durante 2012 se llevaron a cabo en la Cañada 16 operaciones policiales que se saldaron con 110 detenciones, y la demolición de 52 chabolas.
Ha recordado que la Comunidad de Madrid acaba de presentar un plan integral para la rehabilitación de la Cañada Real Galiana que prevé revitalizar la zona y se complementa con un plan de seguridad que está casi ultimado.
En este sentido, el comisario José Luis Conde ha opinado que, "una vez que Valdemingómez desaparezca, desaparecerá esa forma de venta de droga, aunque no todo el tráfico, que continuará mientras haya consumidores".
En cuanto a la reciente construcción de varias infraviviendas entre las localidades de Morata de Tajuña y Chinchón, que comienzan a conformar un poblado, Cifuentes ha reconocido que se ha constatado su levantamiento, pero no se tiene constancia "de que allí se esté traficando con droga ni de que pueda sustituir al mercado de la Cañada Real", algo que "se va a impedir que ocurra".
Cristina Cifuentes ha detallado que la Delegación del Gobierno se ha reunido con los dos ayuntamientos afectados y tiene previsto hacerlo de nuevo en breve para ver qué instrumentos legales tienen los consistorios para atajar la construcción de un nuevo poblado.
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