Frente a la extendida creencia de la impunidad sobre el colectivo ciclista, las cifras revelan un notable incremento en el número de sanciones imputadas a los conductores de bicicletas. Entre las infracciones más repetidas: el uso de auriculares, la circulación por aceras o zonas peatonales y el consumo de alcohol sobre la bici. ¿Las multas? De entre 60 y 1.000 euros.