Madrid celebra las fiestas de La Paloma y desde el sábado hasta el próximo miércoles 15 de agosto seguirá el ambiente festivo en el distrito Centro después de las celebraciones de San Cayetano y San Lorenzo.
Desde la Plaza de la Paja hasta las Vistillas, el barrio entero se ha llenado de banderines, farolillos y barras de bar dónde celebrar una de las fiestas más castizas de la capital.
Durante este domingo, los visitantes que han acudido a la calle Calatrava han podido disfrutar de este ambiente castizo gracias a la música del organillo que ha sonado en el Bar Muñiz.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el músico ha asegurado que "lo más castizo es el organillo". En su caso el instrumento cuenta con más de un siglo de antig~edad y ha lamentado que haya muy poca gente que se dedique a tocarlo: "Quedaremos dos o tres", ha afirmado.
Desde el sector de la hostelería celebran la afluencia a estas fiestas. "Es una entrada importante de dinero que le viene bien a muchos locales que lo han pasado mal por la crisis", ha asegurado Gerardo García, responsable de 'Casa de Almacén de vinos Casa Gerardo'.
La bebida más popular de estas fiestas es la limonada. Según Gerardo García, "es el producto tradicional y la gente quiere probar algo que ha existido siempre y que ha sido el refresco antes que los refrescos".
La población del barrio ha cambiado en las últimas décadas, lo que ha transformado también la forma de vivir estas fiestas y cada vez acogen a un mayor número de gente joven.
Sin embargo, los vecinos más mayores insisten en la necesidad de mantener esta tradición. "Estas fiestas patronales no deberían perderse nunca. Tendría que incentivarse todavía más", ha reclamado una de las vecinas que han acudido este domingo a la calle Calatrava