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La cafetería Nebraska de Bravo Murillo reabre sus puertas. Esta previsto que lo haga a principios del mes de abril, gracias al empeño de dos exempleados, que convencidos de que el local tiene futuro, han convencido al fondo de inversión que se quedó con la cadena de cafeterías para poder seguir explotando la marca, al menos en una de sus sedes más emblemáticas.

Pedro y Juan Pedro se han embarcado en el proyecto de reabrir Nebraska. No la cadena. Sólo el local de Bravo Murillo, al que dan los últimos retoques. Hemos estado con ellos.

Las cafeterías Nebraska combinaron durante años los desayunos tradicionales con platos típicos norteamericanos, todo ello con una estética que fue rompedora cuando se inauguró su primer local en el año 1955. Su establecimiento de Gran Vía era parada frecuente de quienes iban al cine en esta popular calle de Madrid.

La noticia de la reapertura coincide en el tiempo con la subasta de todos los activos y enseres de las históricas cafeterías Nebraska tras su cierre.

Los sillones de escay, los perritos calientes y las tortitas son algunas de las señas de identidad de unas cafeterías que cerraron sus puertas el pasado mes de enero.

Corpfin Capital Real Estate, firma dedicada a la inversión y gestión inmobiliaria, ha comprado los cuatro establecimientos que permanecían abiertos en el centro de Madrid. Estagestora de capital de riesgo inmobiliario ha contratado a Surus Inversa para liquidar, mediante subasta on line, todos los activos y enseres de los cuatro establecimientos.

Durante el mes de marzo ya se han realizado las subastas relativas a los activos de la cafetería Nebraska ubicada en la calle Gran Vía, una de las más emblemáticas. Los activos de esta cafetería, agrupados en tan solo 12 lotes, han despertado el interés de 78 pujadores distintos que realizaron más de 600 pujas.

Los nostálgicos de estas cafeterías todavía tienen oportunidad de pujar en las subastas de los locales de las calles Alcalá y Goya.