El hombre acusado de matar a su madre a martillazos en el barrio de Salamanca en julio de 2015 ha declarado este lunes que "algo" le "estalló en la cabeza" cuando ésta le comunicó que acababa de fallecer su padre, ya que se le vino el mundo encima y se vio incapaz de ocuparse de su madre enferma al no tener recursos para ello. "No sé lo que se me pasó por la cabeza. La odiaba, pero no hasta el extremo de desear matarla", ha aseverado.
Así lo ha manifestado en el juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid tras la selección de los miembros del Jurado Popular. El tribunal compuesto de ciudadanos madrileños tendrá que dirimir si Fernando Luis U.J., de 46 años, padece o no un trastorno mental que le exima de responsabilidad penal, lo que solicita su defensa en contra del resto de partes personadas.
A su llegada al domicilio, los agentes de la Policía Nacional se encontraron al hombre desnudo, repleto de sangre y sentado con el arma homicida en la mano al lado de su madre. En su llamada alertando de lo que había hecho, manifestó: "He matado a mi madre porque la odiaba".
"Estaba dormido y mi madre me despertó para darme la noticia del fallecimiento de mi padre, con quien me unía una gran amistad. Me dejó en un estado de dolor absoluto. Mi madre estaba enferma y hice algo que no había hecho nunca, agredir a una persona y con un objeto contundente. *Por qué? Porque no me llevaba bien con ella. Lo hice porque vi que se me caído una mundo encima y tenía que cuidar a una persona invalida sin recursos. Hice una salvajada increíble y vi la facilidad que tiene el ser humano para matar a otro", ha recalcado.
"Es muy fina la línea que separa el odio a la muerte", ha agregado el procesado, quien ya agredió en 2007 a su progenitora. Tras ello, ha manifestado que fue consciente cuando vio toda la sangre y ha reconocido que su madre estaba destrozada como consecuencia de los fuertes golpes. "Maté a la persona que me dio la vida. No puede haber nada peor", ha agregado indicando seguidamente que estaba totalmente arrepentido, a pesar de que la relación no era buena.
EXIMENTE COMPLETA
En su informe previo, el letrado defensor ha reconocido que el crimen fue "atroz", pero ha insistido en la idea de su enajenación mental. En cambio, el fiscal cree que no tenía sus capacidades alteradas y sabía lo que hacía. Por ello, reclama una condena de 19 años de cárcel por un delito de homicidio, con agravante de parentesco y atenuante de confesión. El hermano del encausado, que está presente en el juicio como acusación particular, eleva la petición de pena a 20 años de cárcel.
Los hechos se produjeron sobre las 8.45 horas del 31 de julio de 2015 cuando el acusado golpeó a su madre, de 72 años, de forma reiterada con un martillo. La mujer sufrió un shock traumático que le provocó la muerte. Tras ello, el hombre llamó a la Policía y confesó el crimen.
El abogado defensor ha solicitado que se aplique a su cliente una eximente completa por anomalía mental o arrebato y que no se contemple el agravante de parentesco, dado que no tenía ninguna relación afectiva con su madre. "Este homicidio está especialmente agravado, ya que era una persona mayor y estaba enferma de cáncer. El fue autor, pero a la hora de impartir Justicia hay cosas que hay que plantear", ha resaltado el abogado, quien ha reconocido que las fotografías del crimen son "atroces".
Así, ha detallado al inicio del juicio que a su cliente le unía una gran amistad con su padre, ya que era "todo su mundo". No era igual la relación con su madre, con quien mantenía una relación fría y nada afectiva desde hace años.
Según su letrado, el procesado sufría un trastorno depresivo por la pérdida de trabajo y una ruptura amorosa, lo que le llevó a entrar en una profunda depresión. El día de los hechos, su madre le comunicó que su padre acaba de morir y "algo le estalló en la cabeza" y acabó con su vida. Tras ser consciente de lo que había hecho, llamó inmediatamente a la Policía.