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Pablo Gullón, oficial de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y que formó parte del primer equipo que entró en el edificio que se incendió en Pinar de Chamartín, habla en el programa Buenos Días de Telemadrid de las dificultades para apagar el incendio, en un inmueble de 70 metros de altura y al que acudieron 36 dotaciones.

“Se desató en incendio a bastante altura y además con propagación por fachada –explica- afortunadamente, desde las cámaras de la Policía Municipal vimos directamente cual era el problema y cómo actuar e iniciamos un plan de ataque adecuado a la situación que teníamos entre manos”.

"Las instalaciones de protección de incendios destinadas a nuestro uso funcionaron perfectamente”

“Luego, una vez que ya pudimos atacar el fuego, también pudimos advertir que las escaleras eran protegidas, dos en concreto, y muy seguras para la evacuación de las personas, y las instalaciones de protección de incendios destinadas a nuestro uso funcionaron perfectamente”.

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Explica Gullón que “lo que es la extinción del fuego se acomete desde el interior y normalmente nos apoyamos en medios aéreos para cortar la propagación por fachada, que en este caso era importante porque se estaba propagando hacia el interior”

Comenta Gullón que el viento “dificulta porque aviva, pero en este caso dejaba claro cuál era la parte protegida de la fachada y hacia donde iba el fuego y se pusieron los brazos extensibles justo hacia donde se propagaba y el fuego por fachada se apagó muy rápido”.

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“Ahora se construye pensando mucho en la prevención contra incendios –opina Gullón- y las disposiciones que están para los bomberos en estos edificios tan altos funcionaron perfectamente”.