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El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha visitado esta infraestructura que tiene capacidad para almacenar hasta 4000.000 metros cúbicos de agua. Recoge el agua de lluvia que llega por el alcantarillado, para después regenerarla y devolverla al río Manzanares.

El último de los 29 estanques de tormentas previstos en el Plan de infraestructuras para la mejora de la calidad de las aguas del río Manzanares, que se construye en Butarque, en Villaverde, con un presupuesto de 90 millones de euros, está a punto de ser terminado.

Un estanque de tormentas es un depósito que recibe caudal de la red de colectores de la ciudad y que, aún en caso de una fuerte lluvia, es capaz de almacenarlo sin que rebose hasta que las depuradoras tengan capacidad para tratar ese agua.

Éste de Butarque, que enviará el agua para su regeneración a la depuradora del mismo nombre, es de los más grandes, con capacidad para almacenar hasta 400.000 metros cúbicos y para recibir hasta 80 metros cúbicos por segundo.

Este lunes ha sido visitado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, que han presumido de que los 760 millones de euros invertidos desde 2005 por el Ayuntamiento para construir estos estanques de tormentas y 36 nuevos kilómetros de colectores, no beneficiarán sólo a los madrileños.

Se trata de "una actuación responsable con el resto de España y con el resto de la Península, porque hasta los portugueses de Lisboa se van a ver beneficiados", ha dicho el alcalde, que ha añadido que Madrid ocupa en materia de saneamiento del agua una "posición de liderazgo" que le gustaría que fuese "más valorada y reconocida".

Ruiz-Gallardón ha asegurado además que Madrid "cumple hoy todos los requisitos de la Unión Europea en materia de agua y por eso está excluida del proceso sancionador contra el Reino de España", algo, ha añadido, de lo que los responsables municipales deben sentirse "muy orgullosos".

Botella ha dicho que este "esfuerzo inversor inédito hasta la fecha" es una "muestra de solidaridad de Madrid con el resto de España" y da testimonio de que "al Ayuntamiento le importa el medio ambiente".

Ambos han destacado que se trata de una "gran infraestructura" que, por su carácter subterráneo y porque su ubicación alejada de núcleos residenciales evita molestias a vecinos, seguramente pasará desapercibida para la mayoría de los ciudadanos. En este sentido, el alcalde ha señalado que si esos 750 millones se hubieran invertido "en superficie" ahora serían "uno de los mayores éxitos" de los que podría presumir cualquier administración y Botella ha valorado a los políticos que "son capaces de hacer obras que no se ven y que, sin embargo, son fundamentales".

Gracias a las actuaciones previstas en el Plan de 2005, Madrid tiene actualmente capacidad para almacenar y gestionar 1,3 millones de metros cúbicos de aguas pluviales recogidas por la red de saneamiento, que no serán vertidos directamente al Manzanares.

En la capital hay actualmente una red de alcantarillado de 4.450 kilómetros; ocho estaciones depuradoras de aguas residuales (ERAR) con capacidad para tratar 310 millones de metros cúbicos anuales y un conjunto de instalaciones que pueden producir y distribuir al año 5,5 millones de metros cúbicos de agua regenerada.