Un estudiante de la Politécnica intentará “ascender” el Everest sin salir de la universidad
El reto “Subir al Everest en el INEF” consiste en subir y bajar las escaleras del edificio de la Facultad hasta alcanzar los 8.849 metros de altitud de la cima en un tiempo inferior a 24 horas
Tendrá que ascender y descender más de 300 veces todos los escalones de esta escuela que tiene 7 plantas
REDACCIÓN
“Subir al Everest en el INEF” es el reto que se ha propuesto conseguir Francisco Manuel San Cristóbal, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). La cita tendrá lugar este sábado, 23 de enero, a partir de las 7:00 horas, en el edificio principal de este centro de la UPM ubicado en la avenida Martín Fierro, número 7, en la Ciudad Universitaria del Campus de Moncloa de Madrid.
La exigente prueba consiste en ascender de manera continuada los escalones equivalentes a alcanzar la cima del Everest (8.849 metros) de forma sostenible y en menos de 24 horas, con el objetivo añadido de promover el uso de las escaleras en este edificio como medida de fomento de la actividad física en beneficio de la salud de la comunidad universitaria.
El edificio principal del INEF-UPM cuenta con siete plantas, por lo que Francisco Manuel deberá subir y bajar todas sus escaleras 312 veces para lograrlo. En función del entrenamiento específico desarrollado por este estudiante se ha estimado una duración para esta prueba de entre 15 y 20 horas.
Un TFG con mucho esfuerzo
El reto forma parte del Trabajo Final de Grado (TFG) de Francisco Manuel San Cristóbal (Preparación física y nutricional para afrontar el reto “Subir al Everest en el INEF”), dirigido por Guadalupe Garrido, profesora del Departamento de Salud y Rendimiento Humano, y Manuel Sillero, profesor del Departamento de Deportes de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Con el fin de preservar su integridad física y valorar las posibilidades de conseguir el reto, el alumno ha llevado a cabo una rigurosa preparación que se ha visto intensificada en los últimos tres meses. Se le ha realizado una evaluación con un analizador de gases portátil incluyendo el cálculo del metabolismo basal y un test progresivo incremental, que ha permitido establecer y confirmar el ritmo adecuado de la prueba.
Durante el “ascenso”, el estudiante estará monitorizado por un pulsómetro y una cámara termográfica que determinarán su estado físico en todo momento. Por otro lado, tendrá acceso a avituallamiento (barritas y bocadillos) así como a agua y a bebidas diseñadas de forma específica para esta prueba.
Todos los datos recogidos durante el reto permitirán cuantificar los efectos del esfuerzo realizado y serán analizados en el TFG del alumno. Este reto se podrá ser seguido en directo a través de las redes sociales del alumno