Una exposición ofrece una visión única de la abstracción en Latinoamérica

La Fundación Juan March inauguró este viernes en su sede madrileña la exposición 'América fría. La abstracción geométrica en Latinoamérica (1934-1973)', "un arte con rasgos propios nunca antes contemplados juntos" que pretende cartografiar, de modo expreso y sistemático, la compleja y fragmentada historia de la abstracción geométrica en Latinoamérica.

Así lo ha expuesto Javier Gomá, director de la Fundación Juan March, en el acto de presentación de esta exposición que consta de 300 piezas (entre obras y documentos algunas de ellas nunca vistas fuera de sus países de origen) de 64 artistas de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Uruguay, Venezuela y México y que estará en Madrid hasta el 15 de mayo.

Para Gomá además, la muestra pretende "sacudir la asociación indebida" entre la palabra América y los Estados Unidos así como echar por tierra, con el término "fría", la vinculación de América latina y lo caribeño, tropical o primigenio. "Lo que aquí se expone no es un arte latinoamericano sino en Latinoamérica", ha precisado.

SEÑAS DE IDENTIDAD

Las obras proceden de museos y colecciones privadas de Europa, Estados Unidos y América Latina, en el mayor esfuerzo realizado nunca por reunir las mejores piezas de las mejores colecciones al servicio de una visión panorámica de las corrientes abstractas americanas. esta es una de las señas de identidad de este proyecto expositivo que, según su comisario invitado, Osbel Suárez, incorpora además como novedad "el discurso cubano, de enorme peso e importancia" además de reflejos de los de Colombia y México.

El mapa resultante muestra tanto la influencia en los artistas abstractos de Latinoamérica de la tradición del viejo continente, como la decisiva ruptura con esa tradición: la renovación y el carácter diferenciado que asume la abstracción geométrica en los citados países, respecto a la tradición artística europea que tenía en París la eclosión de todas las vanguardias.

Pintura, escultura, fotografía, las utopías arquitectónicas y la poesía concreta tienen su espacio en esta muestra que da cuenta del trabajo de artistas de los citados países a los que se suman obras de otros europeos como Josef Albers, Alexander Calder, Victor Vasarely, Max Bill y Ludwig Mies van der Rohe, quienes viajaron por los países aquí representados.

ENTRE DOS FECHAS

Otro de los aspectos destacados de esta muestra referidos por Osbel Suárez, para quien todo partió de la pregunta "¿cómo volver a narrar la historia de la abstracción geométrica americana?", es que se ha enmarcado en una horquilla de 40 años que va desde 1934, cuando Joaquín Torres-García regresa definitivamente a Montevideo tras su periplo europeo y norteamericano y 1973, año del viaje del venezolano Jesús Rafael Soto para asistir a la inauguración del museo que lleva su nombre en Ciudad Bolívar.

Junto a las obras de estos artistas pueden contemplarse otras de Manuel Espinosa, Juan Melé, Raúl Lozza, Gaspar Gasparain, Haruo Ohara, Alfredo Volpi, Geraldo de Barros, Amílcar de Castro, Lygia Pape, Sergio Camargo, Víctor Valera, Omar Carreño, Carlos Cruz-Diez, Sandu Darie, Loló Soldevilla o Luis Martínez Pedro.

Asimismo, además de Osbel Suárez han participado también en el proyecto algunos de los más reputados artistas y conocedores del arte en Latinoamérica, como Ferreira Gullar, César Paternosto, Luis Pérez Oramas, Gabriel Pérez Barreiro, María Amalia García o Michael Nungesser, entre otros.

La inauguración, que tuvo este viernes, ofreció un programa de música a cargo de la soprano Claudia Yepes y del pianista Duncan Gifford con obras de Alberto Ginastera, José Rozo Contreras, Heitor Villa-Lobos y Gisela Hernández.