El éxtasis vuelve a la noche madrileña

El MDMA, más conocido como éxtasis, ha vuelto a la noche madrileña en los últimos meses con enorme pureza y más barata, tras varios años desaparecida del mercado, y convive ya con otras drogas que le han sustituido durante este periodo, como son el 2CB o 'Nexus' y la Mefedrona, según fuentes policiales y expertos en la materia.

Y es que, desde las pasadas Olimpiadas de China de 2008, coincidiendo con el aumento de la seguridad en el país asiático, la cantidad de éxtasis que circula en el mercado cayó drásticamente, al reducirse la venta de uno de los precursores que sintetizaba la sustancia estupefaciente. Ante esta situación, consumidores de MDMA cambiaron su consumo por otras nuevas drogas, tal y como detectó la Unidad de Drogas de la Policía y organizaciones de control.

Una de ellas, Energy Control (EC), que se encarga de analizar las sustancias estupefacientes y de prevenir los riegos de su consumo a sus usuarios, explicó que desde los últimos meses están observando la entrada de pastillas de MDMA con purezas superior al 70 por ciento y algunas muestras del 90 por ciento, algo que en el último año era excepcional.

Una de las preocupaciones de los expertos es la forma de consumir el MDMA, que ha cambiado del formato pastilla al formato cristal, es decir, desde el último lustro la sustancia ha pasado de ser ingerida a chupada, mayoritariamente, lo que dificulta el control de su consumo y facilita la sobredosis y los graves problemas de salud en forma de aumento de la presión sanguínea y fallos cardiacos y circulatorios.

Entre las nuevas drogas que sustituyeron al éxtasis está el denominado Nexus o 2CB, que era vendido como MDMA, pero que en realidad se trata de un derivado anfetamínico, cuyos efectos subjetivos andan a caballo entre el MDMA y el LSD.

El riesgo más importante es la gran variabilidad de efectos que existe con un pequeño aumento de la dosis. Un dosis media ronda los 10-15 miligramos, cuyos efectos son más anfetamínicos y a medida que se aumenta la dosis (2-5 miligramos) los efectos se acercan más al LSD (efectos alucinógenos), alertó la técnico de EC, Laura Moreno.

Otro de los estupefacientes que han entrado recientemente a las salas de fiesta madrileñas es la Mefedrona, un derivado anfetamínico y con efectos parecidos al MDMA en patógenos. Se trata en realidad de un fertilizante para plantas que se vende a través de Internet de forma legal.

El riesgo de esta nueva droga, prohibida en Reino Unido por estar vinculada a varias muertes y que los expertos han visto circular por en la última fiesta de Klubbers Day, por ejemplo, es que sus efectos "suben" de manera muy rápida, al igual que sus "bajadas", al igual que los efectos secundarios que provocan, como tensión mandibular, taquicardias y vasoconstricción.

DROGAS DE HÁBITO Y DROGAS DE FIESTA

Cuando se habla de datos de sustancias más consumidas hay que distinguir las que se usan habitualmente y las que están asociadas puntualmente a fiestas. Así, en el verano éstas últimas suelen tomar el testigo de las más habituales como la cocaína, alcohol y el cannabis que son, por este orden, las que mas provocan más urgencias hospitalarias en la Comunidad de Madrid, según datos de la Agencia Antidroga.

Por el contrario, la sustancias que llegan a los laboratorios de Energy Control en Madrid por correo o son recogidas en las fiestas electrónicos y 'raves' ilegales son la mitad de éxtasis. Le sigue la cocaína, ya todo un clásico, con un 12 por ciento, seguido por el speed y el nexus.

"La gente se debe informar de lo que va a consumir porque nunca se sabe el grado de pureza y de adulterantes que llevan, que puede conllevar graves problemas para la salud. Si al final se opta por consumir, hay que conocer la sustancia, sus efectos y la dosis recomendable, así como la forma más segura de su consumo, así se reducen los riesgos par ala salud", ha indicado Moreno.

Desde el año 2005, Energy Control ha puesto al alcance de los usuarios de drogas un servicio gratuito y anónimo de análisis que permite detectar múltiples sustancias de manera precisa, con el objetivo de que dichos usuarios puedan saber la composición exacta de las sustancias que han decidido consumir.