La Fiscalía ha rebajado su petición de condena para tres de los cuatro miembros de la banda de los Trinitarios juzgados en la Audiencia de Madrid por agredir a un hombre en el Metro de Madrid después de que hayan reconocido los hechos y hayan alcanzado un acuerdo de conformidad. La Audiencia ha comenzado hoy el juicio en ausencia del cuarto acusado, Stalin E.M., quien se ha declarado en rebeldía y no se ha presentado en la vista oral.
La Fiscalía pedía antes del juicio dos años de prisión para cada uno de los cuatro acusados por asociación ilícita y cuatro años más para tres de ellos (Silvestre A., Soufiane S. y Yeison P.M.) por otro delito de lesiones. Pero tras reconocer la agresión durante el juicio, la representante del Ministerio Público ha cambiado su acusación y ha reducido de cuatro a dos años de prisión su propuesta de condena por el delito de lesiones.
Asimismo, solo mantiene la acusación de asociación ilícita para Silvestre A., quien ha declarado que en el momento de los hechos pertenecía a los Trinitarios. Por ello, pide para él otros dos años de prisión.
Otro de los acusados, Soufiane S., también era miembro de la banda pero ha quedado absuelto del delito por considerarse cosa juzgada al haber sido condenado por la sección 16 de la Audiencia de Madrid hace escasos días por unos hechos similares.
Por su parte, el procesado Yeison P.M. ha declarado que ni pertenece ni perteneció a los Trinitarios, hechos ratificados por Silvestre A., quien ha añadido: "su única banda son su madre y sus hermanos". El cuarto de los acusados, Stalin E.M., se ha declarado en rebeldía y no se ha presentado en la vista oral.
Los otros tres han reconocido haber participado en la reyerta que se produjo el 11 de noviembre de 2013 en un vagón de metro en la que agredieron a un hombre, con el que ya habían mantenido un altercado tiempo atrás. Al grito de "Somos Trinitarios. Baja Corona", le fueron propinando patadas y golpes con un cuchillo en los brazos y en la cabeza.
Además de las penas de cárcel, la fiscal pide que indemnicen a la víctima por las lesiones con 1.000 euros y con otros 900 por las secuelas, así como que se les prohíba acercarse y comunicarse con ella por un periodo de cinco años. Las defensas de los acusados han mostrado su conformidad con el escrito de conclusiones definitivas de la fiscal y el juicio ha quedado visto para sentencia.