Dos nuevos leones de granito, de 2.000 kilos de peso cada uno y 1,6 metros de altura, coronan desde el nuevo templete de la estación de Metro de Gran Vía, que reproduce el original diseñado por Antonio Palacios, dentro del proyecto de ampliación y modernización de la estación.
Las dos figuras son una réplica idéntica de las que hubo durante años en esa entrada al suburbano, después de que en 1920 se realizase la marquesina, que en su momento sirvió de hito de acceso a la antigua estación de Metro.
La reproducción ha recuperado la gran marquesina donde se asientan los leones, con las mismas proporciones y construida con vidrio y acero, de forma que será traslúcida y permitirá la entrada de iluminación a través del hueco del ascensor, detalla este sábado la Comunidad en una nota.
Con todo ello, la región recupera una mítica imagen de la Gran Vía, que durante años constituyó un “magnífico emblema” y un “sugestivo reclamo, original, moderno y cosmopolita”.
Ubicada entre la calle Montera y la Gran Vía, esta estructura ha sido reproducida tras una labor de investigación histórica para analizar las diferentes fases por las que pasó el templete original desde su construcción hasta su desmantelamiento en los años setenta.
Actualmente, los restos del templete original se encuentran en la localidad gallega de Porriño, de donde era natural el arquitecto.
Estos nuevos leones se suman a otros presentes y míticos de la capital, como los situados en el acceso al Congreso de los Diputados, llamados Daoíz y Velarde, o los que tiran del carro de la diosa Cibeles, que representan a Hipómenes y Atalanta, entre otros.