Una herida en la avalancha: "Pensé, me muero ahora mismo, no voy a salir de aquí"
Declaración de Belén Sastre, herida y amiga de la fallecida Belén Langdon, en el Madrid Arena
La despedida de una víctima: "No puedo más, dile a mi padre que le quiero"
Una de las heridas por la avalancha humana producida en la macrofiesta de Halloween del Madrid Arena y amiga de la fallecida Belén Langdon, Belén Sastre, ha asegurado que una vez se cayó al suelo, y tuvo a la gente encima, sin poder salir, pensó "Me muero ahora mismo, no voy a salir de aquí".
Según ha relatado ante la fiscal, se cayeron al suelo boca arriba. "Fue tan rápido que no dio tiempo a reaccionar", ha asegurado. "Como en dos minutos ya teníamos gente encima", ha añadido. "No se podía ver nada, tenía el brazo totalmente torcido, con un dolor horrible". Fue entonces cuando escuchó a su amiga Belén Langdon decir "me muero, no puedo respirar".
Entonces Sastre pensó que si tenía que morir allí, lo haría. "No sé en qué momento me puse a rezar y me quedé inconsciente". Después fue rescatada por "un chico", que la cogió en brazos y fue entonces cuando ella pudo coger aire "como cuando sales de la piscina sin haber respirado durante mucho tiempo".
Respecto a las sensaciones experimentadas durante el tapón humano, ha asegurado que fue "un caos", porque todo el mundo estaba "llorando y gritando". La joven, que en la fiesta tenía 16 años, ha asegurado que compró las entradas a un compañero del trabajo.
Pagó 30 euros por ella, al igual que muchos jóvenes de su instituto -unas seis clases de 30 jóvenes- pertenecientes al mismo grupo de edad. Ha reconocido que estuvieron alrededor del Metro hasta que entraron al recinto sobre las 23 horas.
Entraron por una valla por la que no pidieron DNI. Luego llegaron a los tornos. La entrada se la cogieron pero no recuerda "exactamente" dónde las dejaban. Vio a gente pasar con botellas "y todo tipo de cosas".
Ha indicado que no se fijó en si el resto de personas pasaban con o sin entrada. Una vez en el interior, dieron una vuelta con diferentes grupos de amigas. Estuvieron un tiempo en la terraza con una amiga que se había mareado, junto a Belén Langdon, ya que "al no haber cobertura" era "caótico" y no la querían dejar sola.
Acudieron al baño para llevar un vaso de agua a esta amiga. Al rato, fueron a por otro vaso de agua y aprovecharon para buscar al resto de las amigas, de las que se habían separado. Iban a pasar la puerta de la pista, donde había un cuarto pequeño, y esa fue una puerta de las que cerraron, y cuando comenzó Steve Aoki todo el mundo quería entrar a la pista y cerraron las puertas.
"Se acumuló una cantidad de gente inhumana", ha explicado. Respecto a quiénes cerraron las puertas de algunos vomitorios ha indicado que fueron personas "con chaleco amarillo".
Una vez Sastre fue liberada, quiso buscar a Langdon porque la había perdido de vista. Sin embargo, Sastre se encontró con las amigas de su hermana, que le dijeron que tenía que ir a un hospital y que Belén Langdon "estaría bien", y que la llamaría "cuando tuviera el teléfono".
Llegó a casa a las 6.30 horas, y llamó a la Policía sin despertar a sus padres "para no preocuparles" porque quería saber donde estaba Langdon. Se enteró a la mañana siguiente de que Belén Langdon estaba en la UCI. Sastre ha asegurado que ya no sigue en tratamiento psicológico porque llegó un momento en el que lo estaba pasando "mal".
OTRA SUPERVIVIENTE DE LA AVALANCHA ESCUCHÓ A KATIA ESTEBAN DECIR QUE NO PODÍA MÁS
Una de las supervivientes de la avalancha del Madrid Arena, Amor López, ha afirmado ha afirmado que en la avalancha dentro del vomitorio escuchó a una chica que estaba "detrás" de ella decir "no puedo más, no puedo más, dile a mi padre que le quiero", y que después se enteró que era Katia Esteban, una de las cinco fallecidas en la tragedia.
Así lo ha asegurado López durante la décima sesión del juicio del Madrid Arena, en la que ha intervenido como testigo, y donde del mismo modo ha asegurado que en el tapón humano se empezó a agobiar porque sus pies "no tocaban el suelo" y que para poder salir con vida del mismo pisó "a tres o cuatro personas".
Cuando la testigo llegó a la pista "no había excesiva gente" sino que la masificación se produjo cuando quisieron salir. Les dijo a sus amigos que quería salir de la pista y no sabe cómo se vieron "de repente encajados", con gente empujándoles, a punto de salir del pasillo.
Una vez en el vomitorio, ha asegurado que "en ningún momento" estuvo en el suelo, pero sí que llegó a tener "cierta inclinación". "Mis amigos vieron que me estaba muriendo y sacaron fuerza de no sé dónde y me sacaron", ha puntualizado. Ha asegurado no tener conciencia del tiempo que pasó ahí dentro, pero para ella fue "eterno".
Cree recordar que a la derecha había una puerta y se rompió. Sufrió bastantes lesiones a consecuencia de la avalancha. Cuando salieron de la misma, se encontró con unos amigos, aunque "a partir de ahí" no recuerda más cosas.
López ha señalado que la entrada se la compró un amigo, y le llegó un mensaje de whatsapp en el que le decían que estaba previsto que entrara "mucha más gente" de la que se había dicho en un primer momento. "No tuve que pasar ningún control en el evento", ha indicado. Solo tuvo que pasar unos tornos, pero no le pasaron la entrada por el lector. "Se quedaron la entrada las personas que estaban en los tornos", ha asegurado.
Las personas que se encontraban allí les metían prisa porque había mucha gente. "Todo eran masificaciones, lo que había alrededor del Madrid Arena era una barbaridad; estaba todo el mundo bebiendo y no había Policía". Ella no llevaba el DNI porque era menor.
Ha reconocido que portaba "una botellita pequeña" en cada bota, y que no se la requisaron. Una vez dentro, subieron a la tercera planta y empezaron a bailar. Ha asegurado que "había muchísima gente que en la misma escalera subía y bajaba", por lo que había muchos empujones para poder acceder a un sitio u otro. López ha asegurado que accedió a la pista por el mismo sitio por el que salió.
"PODRÍAN HABER PASADO CON UN FOLIO VACÍO COMO ENTRADA PORQUE NO LAS MIRABAN"
Una de las asistentes a la macrofiesta de Halloween del 1 de noviembre de 2012, Arancha Espinosa, ha asegurado que ella y sus amigos "habrían pasado igual" al recinto municipal con un folio vacío que con una entrada porque nadie le miró el tiquet ni se lo pasaron por el lector.
Así lo ha señalado Espinosa durante la décima sesión del juicio, donde también ha afirmado que no hubo ningún tipo de requisa y que ni siquiera le registraron el bolso. Espinosa ha afirmado que acudió al recinto junto a unos amigos sobre la 1 de la madrugada.
Accedieron a empujones a la pista, y se quedaron en ella "lo que duró la fiesta". Ella quería ir al baño y para ello entró al vomitorio. Allí se quedó "acorralada", y se cayó al suelo, pero rápidamente volvió a entrar a la pista porque "no pudo salir hacia delante". "Era una situación que no te podías mover", ha puntualizado.
La defensa de Kontrol 34, Oskar Zein, ha criticado que los testigos que ya han declarado puedan hablar con los que todavía no han entrada en la sala. Por ello ha preguntado a Espinosa si ha hablado con la testigo Amor López, a lo que esta ha indicado que sólo les había comentado que su padre la iba a recoger al garaje.
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