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Dos hombres han resultado hoy heridos, uno de ellos crítico y el otro grave, tras una persecución policial que se inició en Getafe después de que supuestamente se perpetrase un secuestro, y que ha finalizado en Madrid, donde los policías han disparando contra los sospechosos.

Una de las víctimas ha recibido un disparo en la cabeza y ha sido ingresado en estado crítico en el hospital Doce de Octubre, en el que permanecía horas después en la misma situación, mientras que la otra ha recibido un impacto de bala también en la cabeza por el que ha sido trasladado grave al hospital Gregorio Marañón.

Los hechos han ocurrido por la mañana en el barrio de la Alhóndiga de Getafe, donde, según han informado varios vecinos a la Policía Local, un vehículo Citroën C3 se ha detenido en una calle y dos personas han introducido a golpes a una tercera en el interior del coche.

El Ayuntamiento ha indicado que por ese motivo se dio aviso a varias patrullas y se inició una persecución por la A-42 (carretera de Toledo) hacia Madrid, hasta que en las inmediaciones de la estación de Atocha un vehículo de la Policía Local de Getafe se ha interpuesto en el camino del coche de los supuestos secuestradores con el objetivo de detenerlo.

Como los sospechosos no han aminorado la marcha y se han abalanzado contra el coche patrulla, los agentes han comenzado a disparar en un acto de defensa propia, según las fuentes municipales, que han precisado que la persona que supuestamente había sido secuestrada no estaba en el vehículo interceptado, por lo que la policía supone que logró huir.

La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha detallado que el herido en estado crítico iba indocumentado y sólo ha trascendido que se llama David, mientras que el herido grave es Roberto G.C., de 28 años, quien cuenta una decena de antecedentes.

Ambos han sido detenidos acusados del robo del vehículo que conducían y de atentado contra agente de la autoridad, por tratar de atropellar a los policías que les han interceptado, aunque por el momento no se les imputa un delito de secuestro, ya que este extremo no ha sido confirmado totalmente.

La Policía Nacional ha tomado declaración a todos los agentes implicados en el suceso, sin que ninguno de ellos haya sido arrestado.

Estos agentes han alegado defensa propia ya que creían que al menos uno de los sospechosos iba armado, aunque finalmente se ha comprobado que no llevaban armas.

El vehículo en el que iban los sospechosos ha quedado empotrado contra uno de los coches que estaba estacionado en la calle Vara del Rey, cerca de la esquina con la calle Canarias, en sentido contrario al de la circulación, y tras él ha quedado parado un coche de la Policía de Getafe, perteneciente a las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana de la Comunidad de Madrid.

El coche de los sospechosos presentaba numerosos impactos de bala y en el suelo había al menos diez casquillos de bala.

Varios testigos han explicado que el coche sospechoso, que era seguido por al menos una patrulla de la Policía Local de Getafe, giró desde la calle Canarias hacia la calle Vara del Rey, en la que entró en dirección contraria, y se encontró de frente con otro coche de la policía, por lo que dio marcha atrás, dirigiéndose hacia los vehículos que le perseguían, momento en el que la policía abrió fuego.

Una de las responsables del bar El Brezo ha relatado que oyeron unas explosiones similares a petardos y voces que decían "al suelo, al suelo", y algunos de los clientes que había en el local se tiraron al suelo.