El hombre juzgado por agredir al dueño de un perro y la víctima se echan las culpas

La Audiencia Provincial de Madrid ha juzgado este miércoles a un hombre acusado de intentar matar a otro porque cree que dejó hacer las necesidades de su perro junto a su ventana, en una vista en la que tanto el acusado como la víctima han asegurado que la pelea la empezó el otro y se limitaron a defenderse.

La Sección Sexta de la audiencia madrileña ha dejado visto para sentencia el juicio contra Rachid N., para el que la Fiscalía diez años de prisión y una indemnización de 16.500 euros para la víctima, así como 17.500 euros para un primo de ésta, que también resultó herido en el incidente.

NIEGA LA AGRESIÓN

El acusado ha explicado que el 2 de agosto de 2015 vio cómo un perro podía haber hecho sus necesidades junto a la ventana de su piso, un semisótano de la calle Zaida del barrio de Carabanchel cercano a un descampado, y salió a regañar al dueño y "empujó con el pie" al animal. "Yo no agredí a nadie, ni quería matar a nadie", ha dicho Rachid, que ha relatado que Jason, el dueño del perro, se fue en ese momento pero luego volvió con un allegado y le rompió una botella en la cabeza, que le quedó "machacada", y le intentó cortar el cuello.

Ha reconocido que, al defenderse, pudo herir a Jason y a su primo Mauricio, pero no veía bien por la sangre, y ha explicado que luego entró en su casa y se cambió de camiseta con la intención de ir a una Comisaría a denunciar que le habían agredido. Rachid lleva veinte años en España, quince de ellos trabajando regularmente y no tiene ningún antecedente, según han subrayado tanto él como su abogado. Vivía en Carabanchel con su mujer y sus hijos hasta que fue arrestado tras el suceso e ingresó en prisión.

Por su parte Jason ha asegurado que estaba paseando con su perro pequeño, que iba suelto, y al pasar por la puerta de Rachid éste salió y le dio una patada, por lo que el perro salió huyendo y él fue a buscarlo. Una vez que lo encontró en su casa, que está cerca, decidió volver al lugar del suceso para "pedir explicaciones" al agresor, quien entonces, según su relato, se le abalanzó y le asestó varias puñaladas con un cuchillo o una navaja en un brazo, en la espalda y cerca del corazón.

Entonces llegó su primo Mauricio, que le defendió y también resultó herido por Rachid, que ingresó en prisión pero cuya familia ha intentado ponerse en contacto con él "para llegar a un acuerdo" antes del juicio, lo que él no ha permitido, según ha relatado ante el tribunal, al que ha dicho que no conocía de nada al agresor, pero que le han contado que ha tenido problemas con vecinos que tienen perros.

Mauricio ha detallado que su primo Jason llegó a casa esa tarde explicando que habían pegado a su perro y que iba a hablar con el agresor, por lo que le siguió y vio que ambos estaban forcejeando y que Jason no tenía fuerza en un brazo y estaba herido, por lo que se lanzó contra Rachid y le agarró el cuello.

Una vez separados se distanciaron, y vio que tanto su primo como él estaban heridos, aunque no llegó a ver con qué arma les habían agredido. Varios policías nacionales que acudieron al suceso han explicado que no encontraron el arma, y que el presunto agresor se había cambiado de ropa y salía de casa con las llaves de un coche en la mano, supuestamente para huir porque no les comunicó que se dirigiera a una Comisaría.