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La huelga no fue "general" y no logró paralizar Madrid, el objetivo declarado de CCOO y UGT, y eso a pesar de las aciones violentas que los piquetes llevaron a cabo en cocheras de la EMT y en centros de abastecimiento y distribución. La Comunidad ha anunciado hoy que intentará identificar y sancionar a los causantes de estos altercados que impidieron el derecho al trabajo de muchos madrileños.

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha afirmado hoy que si se puede identificar a los "energúmenos" que ayer provocaron daños en autobuses o instalaciones de la región durante la huelga general serán sancionados. En una entrevista en Telemadrid, el consejero se ha declarado "muy partidario de que se identifique a esos energúmenos y se les aplique la sanción correspondiente" "porque es un atropello contra los derechos y libertades".

Granados calificaba la huelga general de "pactada entre Gobierno y sindicatos" y "paripé" y señalaba que fue un "absoluto fracaso". "

Preguntado si está satisfecho con la actuación de la policía ha opinado que se produjo "un grave error de funcionamiento en la actuación en las cocheras de la EMT", donde su actuación fue "sumamente deficiente" porque "no se garantizaron los derechos y libertades de los trabajadores que querían trabajar y de los usuarios que querían utilizar los autobuses".

LOS SINDICATOS SOSTIENEN QUE LA HUELGA FUE UN ÉXITO

Los comercios y colegios abieron, Metro y Cercanías respetaron los servicios minimos, y sólo los autobuses de la EMT e Interurbanos sufrieron las acciones violentas de piquetes en las cocheras de Fuencarral. La prensa, mayortariamente, califica la huelga de "fracaso". Al contrario, los sindicatos CC.OO y UGT aseguraban que la convocatoria ha sido un "éxito" al haber sido secundada por el 74,2 por ciento de los trabajadores, mientras la CEOE hablaba de entre un 3 y un 10% y aseguraba que la huelga no habia alterado la actividad comercial del pais. La Comunidad de Madrid cifraba el seguimiento en los servicios públicos en un 6,8 por ciento.

Una jornada de huelga en la que el Gobierno de la Nación, no quiso dar cifras de seguimiento y se limitó a hablar de "efecto desigual y seguimiento moderado". El líder del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que la huelga general fue un "fracaso" tanto de los sindicatos como del Gobierno Zapatero, "y esos dos fracasos los acaban pagando el conjunto de los españoles", ha enfatizado, para recalcar que lo que España necesita es "un cambio político".

A pesar de lo que dicta la tradicional guerra de cifras sobre su seguimiento y la fuerte presencia de piquetes sindicales desde primeras horas de la madrugada para impedir el transporte público, la huelga no ha logrado parar Madrid, principal objetivo sindical.

LOS PERIODICOS VEN UN FRACASO

Las primeras páginas de los principales periódicos nacionales no dejan lugar a dudas en sus portadas. EL MUNDO habla de "Facaso general", para ABC: "Fracaso general. Los trabajadores paran los pies a los sindicatos". El PAIS, "Zapatero mantendrá la reforma laboral tras una huelga de impacto moderado". LA RAZON titula "Fracaso de la huelga borroka"; "100 detenidos, 40 heridos". LA VANGUARDIA: "Huelga no general". PUBLICO: "29S: Los sindicatos superan el examen: La industria se para, la calle se mueve". EL PERIODICO DE CATALUNYA: "Más sindical que general".

LA GACETA: "Estrepitoso fracaso del intento de huelga de Zapatero, Toxo y Méndez". EL CORREO: "La huelga menos general" y EL ECONOMISTA: "Falla la huelga de Méndez y Toxo".

PIQUETES PARA PARALIZAR EL TRANSPORTE PÚBLICO

Los trabajadores madrileños evitaron el transporte público y adelantaron la hora de salida de sus domicilios para ejercer su derecho al trabajo. Como consecuencia se ha intensificó el tráfico desde las seis en el centro de la capital. Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento el tráfico aumentó en casi un diez por ciento hasta las nueve. En la M-30 también se notaba una mayor afluencia de vehiculos, un cinco por ciento más que la semana pasada.

La presencia de unos 300 sindicalistas en las cochera de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Fuencarral bloqueó la salida de los autobuses, que no pudieron efectuar su salida antes de las 6.30 horas a pesar de la presencia de medio centenar de policías antidisturbios y agentes de la Policía Local.

A pesar de que los servicios mínimos fijados eran del 50 por ciento y de que los conductores habían acudido a trabajar, los piquetes informativos sólo permitieron la circulación de 150 autobuses de los 958 previstos.

Salidas bloqueadas, autobuses apedreados y cargas policiales. Es lo que se ha visto a las puertas de las principales cocheras de la EMT. Los piquetes sindicales se han colocado delante de ellos y les han lanzado piedras y huevos. Según la Comunidad de Madrid al menos 70 autocares han sufrido la rotura de las lunas. Finalmente la policía ha conseguido que los vehículos salieran a realizar su trabajo, aunque con cuentagotas.

Poco después UGT señaló que sólo entre el 15 y el 20 por ciento de los autobuses urbanos e interurbanos funcionaban en la capital, mientras que en municipios como Fuenlabrada o Leganés no circulaba ningún vehículo.

El sindicato también informó de que el Metro de Madrid circuló entre las 6.30 y las 7 de la mañana con unos servicios mínimos del 20 por ciento en vez del 50 por ciento establecido, y subrayaron que la frecuencia de los trenes presentaba un intervalo medio superior al habitual.

Fuentes de la Comunidad, por el contrario, afirmaron que el suburbano madrileño funcionaba al 87 por ciento a las 9 de la mañana, hora en la que se restableció la circulación en la línea 9, que había quedado interrumpida por una barricada de neumáticos.

Los incidentes registrados en las cocheras de la EMT llevaron a la presidenta Esperanza Aguirre a criticar "el comportamiento absolutamente incívico de los piquetes" por la "violencia" con la que han impedido la salida de los autobuses.

En comparecencia ante los medios, los secretarios general de UGT Madrid y CC.OO Madrid, José Ricardo Martínez y Javier López, agradecieron la labor de los piquetes y denunciaron la actitud "intransigente e inexplicable" de algunos miembros de la Fuerzas de Seguridad del Estado.

Gregorio Gordo (IU) también criticó las "brutales cargas" de la policía contra los piquetes informativos y pidió que se libere a las personas que han sido detenidas.

Durante la madrugada, los primeros piquetes se concentraron ante las puertas de Mercamadrid, aunque se retiraron antes de la 4 de la mañana para permitir la entrada de los camiones, que esperaron hasta cinco horas para acceder al recinto.

Por su parte, en el aeropuerto de Barajas, CC.OO se estimó el seguimiento de la huelga entre el 82 y el 87 por ciento, aunque la afluencia de pasajeros es la de un día normal al no sufrir retrasos ni cancelaciones la mayoría de los vuelos previstos.

Por otra parte, un grupo de más de quinientos sindicalistas mantuvieron cortada la Gran Vía, al invadir la calzada al grito de "huelga, huelga' a la altura de la plaza de Callao y comenzaron a caminar en dirección a la plaza de la Cibeles desde las 11.30 horas aproximadamente y hasta las 14.00 horas.

La normalidad y la ausencia de incidentes fue la tónica general en los principales hospitales de la región y en los centros educativos.