Este domingo arrancaron las obras para mejorar el grueso de la línea 1 de Metro que implicará el cierre de 23 estaciones durante los 133 días que durarán los trabajos y que implicará el refuerzo tanto de EMT como de Cercanías para desplegar alternativas de transportes adecuadas.
El corte parcial tendrá lugar entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe, estando operativas estas dos estaciones y el resto de la línea para usuarios de Metro.
El inicio de los trabajos estaba fijado para el pasado 18 de junio pero con motivo de la huelga de Renfe-Cercanías, convocada por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF), se decidió posponer el inicio de las obras hasta que se pudiera garantizar el servicio de Cercanías, clave para realizar el servicio alternativo de transporte.
El Gobierno regional explicaba que la oferta de plazas de Cercanías "es fundamental" dentro del Plan de Movilidad que el Consorcio Regional de Transportes ha establecido con motivo de las obras de la línea 1 de Metro, de forma coordinada entre la EMT, Metro y Cercanías.
Con la desconvocatoria de esos paros hace días, las obras en la L1 se retomarán este domingo, 15 días después de lo previsto y se prolongarán durante 133 días.
Las obras se realizarán por motivos de seguridad con objeto de llevar a cabo la consolidación del túnel y el cambio de la catenaria tranviaria por una rígida.
Diversos colectivos han solicitado durante los últimos meses a Metro de Madrid que acometiera estas obras por fases en lugar de cerrar las 23 estaciones, algo que desde el Ejecutivo autonómico se rechaza por no ser viable técnicamente.
El Ayuntamiento de Madrid (que también abogaba por un planteamiento de obras por fases) y la Comunidad lograron un acuerdo para desplegar el servicio alternativo en la EMT.