Los mercadillos de Madrid: renovación, juventud... y más Bizum, Excel y Whatsapp Bussiness
La Fundación Secretariado Gitano impulsa la formación de los vendedores y la introducción de tecnologías de la información y la comunicación en los mercadillos y en la gestión de estas empresas familiares
El proyecto y aplicación se ha iniciado con una veintena de jóvenes que han notado las mejoras en sus puntos de venta
P.O.
A algunos de los actuales vendedores de los puestos en los mercadillos de los barrios y municipios de Madrid aún les resulta extraño palabras como bizum, precios psicológicos, excel o cartelería homogénea. Para otros, en cambio, ya es algo habitual y poco a poco el puesto de lona y varillas se va transformando en una tienda más atractiva, con más información sobre su producto y más posibilidades de pago y fidelización.
El 80% de la venta ambulante en Madrid la realizan personas gitanas y ha sido la Fundación Secretariado Gitano (FSG) la que ha decidido impulsar la modernización de estos puestos que recorren todos los días las plazas y calles de la región.
Jesús Sesé es técnico de autoempleo, formador y mentor en la FSG Madrid. Ha explicado a Telemadrid.es que las acciones para mejorar las ventas, inciden en aspectos claves de la formación empresarial, como la relación con el cliente, la fidelización o la imagen. "Que no se coja un cartón y se escriba el precio de cualquier manera", pone como ejemplo Sesé.
La FSG está trabajando inicialmente con una veintena de hombres y mujeres, menores de 35 años. Han decidido empezar con jóvenes porque que se manejan con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) o están familiarizados.
El proyecto comprende sesiones presenciales y a distancia para hablar de producto, de estrategia de ventas o de política de precios. Esa es la parte teórica. La práctica es animar a cada participante a que proponga 10 medidas para mejorar su negocio, su punto de venta.
'El Comodón'
Abraham Pizarro, tiene 29 años. Hizo el curso de la FSG y ha puesto en práctica lo aprendido. Vende calzado desde hace 12 en Fuenlabrada, Orcasur, San Blas o Entrevías, entre otros sitios. Asegura que en dos días ya ha notado una mejora en las ventas gracias a la mejora de imagen, de los precios marcados en todos los artículos, de la cartelería, del trato con sus clientes. "El 60% son personas mayores que quieren un calzado cómodo", dice.
Su puesto ahora tiene, además de un número en cada emplazamiento, un nombre. "El Comodón". Algo que, como asegura Abraham, se ajusta a lo que pretende ofrecer con su producto.
'Ménfase Moda'
Mari Carmen Ferreruela tiene 20 años. Estaba muy "desganada" con este periodo de pandemia, no vendía nada. Una amiga hizo el curso de la FSG y ella decidió que también quería mejorar, formarse y darle un aire nuevo a su negocio.
Mari Carmen tiene su puesto en el mercadillo de La Elipa, dos días, los jueves y los sábados. Ofrece artículos de regalo que va rotando según la época del año. Tras el curso de la FSG decidió cambiar la cartelería del puesto, poner un nombre a la tienda e introducir algo de tecnología en las transacciones.
Así ha nacido 'Ménfase Moda', complementos y bisutería' y su dueña además la promociona con 'flyers' y tarjetas que entrega a los clientes y posibles compradores cada día. El pago con Bizum, dice esta joven vendedora, llega suponer el 50% de la caja diaria.
Pero además, una vez que cierra el negocio abre la hoja de Excel y lleva la contabilidad, la gestión de su inventario o el pago a proveedores. Ahora se está introduciendo en Wathsapp Bussiness. "Con todo esto la venta es más fácil, más organizada", afirma Mari Carmen. El datáfono "lo estoy mirando también, pero poco a poco", concluye.
Golpeados por la pandemia
Jesús Sesé, el mentor de Abraham, Mari Carmen y otros muchos jóvenes vendedores cree que la renovación es necesaria. Y más en un tiempo como este en que hay que recuperar la actividad económica. "No se ha destacado tanto como la hostelería, pero este colectivo ha estado sin actividad durante mucho tiempo", afirma.
Los mercadillos se prohibieron durante todo el periodo de confinamiento e incluso en algunas poblaciones, meses después. Posteriormente se han reabierto con reducciones en el número de vendedores u otras restricciones.
"Les pilló con el género de invierno comprado y sin poder venderlo y el ahorro que tenían para comprar el de verano se consumió en aguantar pagando la luz, el agua, alquiler", explica.
El programa seguirá hasta el 30 de octubre en fase de implantación y seguimiento semanal, valorando el efecto en las ventas, qué herramientas les son útiles y cuáles no y descartándolas para usar otras, siguiendo un método similar al empleado en las startup.
La Caixa y Endesa han financiado las becas de formación y también algunas de las que han permitido a los vendedores de los puestos dotarse de nuevos medios electrónicos.