(Actualizado

Han pasado 16 años, y echará el cierre, este verano. Sus organizadores dicen que desaparece porque ha cumplido un ciclo y no por motivos económicos. Aseguran que Ya no tenía la alegría de antes, pero hay quienes no están de acuerdo.

Una oferta de vanguardia en la España de los 90, los piercings, las rastas, los tintes de colores y la ropa militar. Los clientes dicen que es un mercado único en Madrid que no debería cerrar nunca.

Era lo más cercano a Camden Town que tenía Madrid por entonces, y de su nacimiento surgieron hermanos pequeños, sobre todo en las calles Fuencarral y Hortaleza, que aprovecharon el flujo de personas epara vender ropa de segunda mano e importada de Estados Unidos, Berlín, Londres o Tokio.

Con el paso de los años, Chueca ampliaba se comía parte de Malasaña y la calle Fuencarral se convertía en epicentro de la ropa low-cost, pero el mercado seguía anclado en la década de los 90.